ANECDOTARIO Y CURIOSIDADES DE GOBERNADORES CIVILES

El estudio y repaso de la figura de los Gobernadores Civiles de la provincia de Cáceres, como en todas partes, se encuentra plagado de un señalado anecdotario, curiosidades y una variada tipología en la que, probablemente, merece la pena detenerse.

Una figura que recibió denominaciones como la de Jefe Superior de Provincias, Subdelegados de Fomento, posteriormente de Hacienda, y también como Jefe Político de la provincia, antes de pasar a ser, de forma definitiva, Gobernador Civil.

Ya en el periódico “La Gaceta de Madrid” se señala, en su edición de 4 de junio de 1834, el nombramiento de Francisco González Ferno como Gobernador Civil de Cáceres.

José Alvarez Guerra, Gobernador Civil de Cáceres en 1835.
José Alvarez Guerra, Gobernador Civil de Cáceres en 1835.

Es de subrayar que en agosto de 1835 José Alvarez Guerra, que fue bisabuelo de Antonio Machado, dimitía de su cargo en Cáceres con el siguiente escrito: “Habitantes de esta provincia: Vuestro gobernador civil ha terminado su misión. Os ama y os saluda cordialmente. Cáceres, 7 de septiembre de 1935”.

Le sucedió en el cargo Pedro Donoso-Cortés y Fernández-Canedo, que fuera Secretario de Su Majestad, ocupando, pues, la jefatura política de Cáceres.

Hay casos como el de A. Pérez Áloe que, allá por 1836, pasó de ser comerciante en lanas a dirigir el Gobierno Civil de Cáceres.

Por su parte Manuel Luis del Corral, que fuera escribano real de su villa, Miajadas, tuvo que emigrar al vecino país de Portugal tras desempeñar el cargo de máxima autoridad provincial cacereña y a causa, sencillamente, de las tensas y complejas dinámicas políticas que acontecían en aquellos muy delicados momentos y circunstancias allá a mediados del siglo XVIII. Que las cosas, al decir en el siempre enrevesado mundo de las páginas de la historia, no resultaban nada, pero que nada fáciles. Antes, muy al contrario, las mismas se presentaban bastante problemáticas por las disensiones, peleas, trifulcas y encontronazos entre unos y otros.

Nicomedes Pastor Díaz Corbelle, Jefe Político de Cáceres en 1839.

Posteriormente llega a Cáceres una figura de alto relieve político como Nicomedes Pastor Díaz Corbelle, poeta, periodista, orador y que ocupara diversas carteras ministeriales, además de ser Rector de la Universidad de Madrid, fundador del periódico “El Sol” y autor de numerosas obras, como “De Villahermosa a China”. Nicomedes Pastor Díaz fue uno de los precursores del Romanticismo y amigo de personalidades de la talla de Donoso Cortés, de Espronceda, de Larra y, sobre todo, de Zorrilla. De él se destaca que murió en la mayor humildad y que, a su fallecimiento, se tuvo que conceder una pensión a su madre para poder sobrevivir.

El almeriense Francisco de Paula Teodoro Arias de Reina Serrano también alcanzaría el Gobierno Civil de Cáceres en 1873, donde, según podemos leer “supo contener a la gente levantisca, manteniendo el orden en todo el territorio” en unos momentos difíciles para la Monarquía.

Por su parte el periódico “El Eco de la Montaña” despide del siguiente modo, en 1898, al ex gobernador civil Leopoldo Riu Casanova, que estaría al frente del Gobierno Civil de la capital orensana: “¡Quiera Dios que en Orense, a donde va con igual cargo que aquí ocupó reciba nuevos plácemes con la justicia que aquí nos ha recibido”.

Manuel de Velasco y Jaraquemada. Gobernador Civil en 1899.
Manuel de Velasco y Jaraquemada. Gobernador Civil en 1899.

El mismo periódico, ya en 1899, manifiesta el siguiente deseo ante el nombramiento como Gobernador Civil de Cáceres de una personalidad como Don Manuel de Velasco y Jaraquemada, Marqués de Riocavado:

Persona de altas prendas religiosas y que en su celo ha de procurar de todas veras sean respetadas las personas y las cosas”.

Un Gobernador Civil de la provincia de Cáceres a quien en la misma noche de su toma de posesión, según podemos leer en la prensa cacereña de aquellos tiempos, diéronle serenatas.

Toda una llegada, pues, al Cáceres de Aquellos Tiempos, ya ciudad, que no villa, por cierto, donde se vivía siempre, con la máxima expectación y manifestación por parte de la ciudadanía, un acontecimiento de tal relieve.

Que tener un Gobernador, que ejerciera con criterios de rectitud, de independencia, de justicia, de rigor, de ecuanimidad, tal como se andaban los tiempos, no pareciera cosa demasiado fácil, tal como se debían de andar las cosas entre unos y otros, según delatan y transmiten las páginas de las hemerotecas.

José Muñoz del Castillo, Gobernador Civil de Cáceres en 1899.
José Muñoz del Castillo, Gobernador Civil de Cáceres en 1899.

José Muñoz del Castillo, comprometido con el regeneracionismo político, fue un destacado científico y fundador del Laboratorio de Radioactividad.

Asimismo, preocupado por las dinámicas y los movimientos culturales, procedió a apoyar de modo decidido, en su tiempo al frente del Gobierno Civil de Cáceres, los esfuerzos y la puesta en marcha de la “Revista de Extremadura”, de la mano de figuras de la talla intelectual como las que representan Publio Hurtado, Sanguino Michel y otros. Y en la que, durante su existencia, colaboraron los más cualificados estudiosos de la cultura en el panorama regional de Extremadura.

De este modo se puede señalar que la cultura era uno de los frentes y compromisos de mayor capacidad de entrega y de dedicación por parte los Gobiernos de Madrid y de sus representantes en los Gobiernos Civiles y máximas autoridades al frente y al mando de las provincias.

En este sentido es de justicia señalar y dejar constancia de la preocupación de José Muñoz del Castillo en seguir, con el máximo rigor y afán de superación,  las líneas de la sensibilidad cultural en la provincia de Cáceres-.

Luis Rodríguez Seoane, Gobernador Civil de Cáceres en 1904.
Luis Rodríguez Seoane, Gobernador Civil de Cáceres en 1904.

El médico gallego Luis Rodríguez Seoane, que también dirigiría el Gobierno Civil de Cáceres, desempeñaría su cátedra con la curiosa denominación de Terapeútica Progresista, y fue autor de un ensayo titulado “Los nuevos tratamientos curativos de las enfermedades sifilíticas”, mientras que el periódico “El Adelanto”, de Salamanca, al conocer el nombramiento de Juan Fernandez Vicente como Gobernador Civil de Cáceres, en 1904, y que desempeñaba esa misión en la ciudad del Tormes, dice: “Felicitamos a los cacereños, pues van a tener al frente de aquel Gobierno a un cumplido caballero y enérgico funcionario”.

En 1909 Fidel Varela, gobernador civil,  remitía a los Ayuntamientos una circular sobre “el inveterado delito del juego” recordando que “algunos alcaldes adoptan indiferente actitud en la persecución de tan pernicioso vicio”, recordándoles al respecto la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por lo que confía que “los señores alcaldes desplegarán el mayor celo y actividad en el cumplimiento de este servicio”.

Ese mismo año, 1909, Mariano Martínez del Rincón, Gentilhombre de Su Majestad, en posesión de placas como la de Los Sitios de Zaragoza, nieto de uno de los héroes de la Independencia, se hacía cargo del Gobierno Civil de quien dice el periódico “El Bloque” que llegaba “en el tren de Astorga” además de ser “afable y tolerante con las personas” y que, además, se propone sin embargo “ser inflexible y rápido para cuanto concierne con la sanidad moral y la salubridad pública, inspirándose en las más puras ideas liberales y democráticas”.

En 1910 la prensa cacereña señalaba de Jaime Aparicio que “el viernes llegó en el correo de Madrid el nuevo gobernador civil de esta provincia”, añadiendo el periódico “El Bloque” que “El Sr. Aparicio es una persona afable en extremo, denotando en su trato que es avisado y despierto, lo que suele llamarse un hombre de mundo”. Pocos meses después llegaba a la ciudad para regir la institución política Santos Arias de Miranda y que, según se lee en “El Bloque” es “joven de entendimiento. Riguroso y de una voluntad resuelta, lo cual le proporciona elementos singularísimos para hacer un excelente hombre de gobierno”.  Y si en septiembre de 1910 se ponía al frente del Gobierno Alfredo García Bernardos, tal como leemos en el periódico “El Adarve”, tan solo tres semanas después era nombrado Gobernador Civil de Zaragoza. Y el periódico “El Noticiero” dice, en 1911, a la llegada al Gobierno Civil de Cáceres del coronel Justo Santos Ruiz Zorrilla, “no solo por su profesión, que es garantía de honor y honradez, sino también por sus condiciones personales, ha sabido desempeñar sus cargos sin rozamientos con nadie, porque es de esas personas que no pueden tener enemigos”.

Alfonso de Rojas, Gobernador Civil de Cáceres en 1913.
Alfonso de Rojas, Gobernador Civil de Cáceres en 1913.

De la llegada al Gobierno Civil de Cáceres en 1913 del alicantino Alfonso Rojas podemos ver lo que se dice del mismo “Viene muy complacido a regir nuestra provincia y de su paso por la misma nos prometemos seguras bienandanzas que redundarán en beneficio de los intereses morales y materiales de esta querida región”.

Aunque en aquellos tiempos, tales eran las divisiones y choques entre liberales y moderados o conservadores, y hasta en las propias filas de cada uno de los partidos, que es de dejar constancia expresa que los gobernadores civiles tenían poco recorrido y, como consecuencia, duraban más bien muy escaso tiempo en el desarrollo de sus cometidos políticos.

¡Cosas y asuntos y fenomenologías, pues, de los avatares de las diatribas y luchas políticas!

Por su parte Ponce de León, gobernador civil interino de la provincia de Cáceres durante un tiempo, procedía a publicar en el mes de octubre del año 1917 un bando ni más ni menos que “haciendo saber que se ha levantado el estado de guerra en la provincia”.

Lo que venía a suponer, como siempre, un tiempo de respiro.

Asimismo Emilio Herreros Estevan, también gobernador civil interino, dirigió el influyente semanario canalejista “El Bloque”, que tenía su sede en la calle Margallo, fue presidente de la Diputación Provincial de Cáceres entre 1911-1913 y Valeriano Gutiérrez Macías escribía en el periódico ABC, con motivo de su fallecimiento, que defendió “los intereses de la Alta Extremadura con todo entusiasmo, su acendrado cacereñismo y su valía indiscutible”. Del mismo el periódico “Brisas Nuevas” señaló en su día que “Emilio Herreros es de los que forman esa fila de esclarecidos jurisconsultos que con justicia hacen pasar a nuestro Ilustre Colegio de Abogados como uno de los mejores de España”…

Durante la Segunda República, instaurada el 14 de abril de 1931, la provincia de Cáceres sufrió y padeció un señalado y amplio cambio de Gobernadores Civiles, que llegaban, tomaban posesión, pasaban unas semanas y eran relevados de sus funciones, como se suele decir, en menos que canta un gallo.

Acaso porque los tiempos de aquel entonces, tal cual podemos constatar revisando las páginas de la historia, se andaban la mar de convulsos, confusos y revueltos.

Antonio Tuñón de Lara, Gobernador Civil en 1931.
Antonio Tuñón de Lara, Gobernador Civil en 1931.

El almeriense Antonio Tuñón de Lara, masón y miembro de las Logias “Evolución” y “Progreso”, miembro del Partido Radical Republicano, fue el primer Gobernador Civil de Cáceres tras la llegada de la República, en 1931, aunque no llegó ni a tres meses su permanencia al frente del mismo, Luis Peña Novo fue Gobernador Civil de la provincia entre el 6 de mayo de 1933 al 31 de agosto de ese mismo año y Delegado Especial del Gobierno con el título de Gobernador General de Extremadura, Carlos Deponte Sánchez, gobernador de Cáceres entre septiembre de 1932 hasta noviembre de ese mismo año llegó a ser el Gobernador Civil más joven de España durante mucho tiempo, y Angel Vera Coronel, alicantino de Elda, masón, miembro de la logia “Amor”, que sustituyó al anterior, fue fusilado tras desempeñar la dirección del Gobierno Civil de Zaragoza.

Leopoldo Sousa Menéndez-Conde fue Gobernador, en 1937, tan solo dos días, mientras que en la necrológica del periódico ABC sobre Francisco Sáez de Tejada y Olózaga se señala que el mismo, Barón de Benasque y Marqués de Bonacorso, fue, además de ilustre jurisconsulto del Tribunal Supremo, miembro de la Secretaría Particular del Gobierno del Generalísimo y Caballero del Real Cuerpo de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid.

Antonio Rueda Sánchez-Malo, gobernador civil entre 1946-1956.
Antonio Rueda Sánchez-Malo, gobernador civil entre 1946-1956.

Por su parte Antonio Rueda Sánchez-Malo, natural de Pamplona, dirigió el Gobierno Civil entre los años 1946-1956, trabajando de forma muy activa en el desarrollo provincial en unos tiempos complejos y delicados, como el largo período en que estuvo al frente del cargo, y en el que se implicó por posibilitar el mayor y el mejor desarrollo de la provincia.

Es de destacar y dejar constancia que Antonio Rueda Sánchez-Malo fue distinguido en su día por la Corporación Municipal de la ciudad como Hijo Adoptivo de Cáceres.

Posteriormente pasó por el cargo de Gobernador Civil de Cáceres el toledano Licinio de la Fuente, que llegaría a desempeñar las responsabilidades de Ministro de Trabajo en uno de los gobiernos del General Francisco Franco.

Licinio de la Fuente, durante sus cuatro años de estancia en Cácerestambién dejó una estela de identidad y trabajo en la provincia en la lucha y en la defensa, sobre todo, en los campos del desarrollismo y la modernización. Aunque las riadas migratorias de cacereños que abandonaban el campo, sus pueblos, sus familias, para buscarse el pan y la vida en los páramos migratorios, camino de los grandes polos industriales, preferentemente en Madrid, Cataluña y País Vasco, le dio bastantes quebraderos políticos.

Como especial curiosidad, destacar que José Luis de Azcárraga Bustamante, que fuera gobernador civil entre los años 1960-1961, y que llegaría a alcanzar en su carrera el grado de ministro togado de la Armada, escribió la novela «Botón de Ancla», basada en la vida y anécdotas de los guardiamarinas.

Un día, coincidiendo con su estancia en Cáceres, la película fue  llevada al cine, que guionizó el mismo gobernador civil de Cáceres. Los protagonistas del film fueron Ramón Arcusa y Manuel de la Calva, componentes del Dúo Dinámico, y que en aquel entonces causaba furor entre la muchachada española por sus canciones y melodías.

El estreno de la película «Botón de Ancla» en Cáceres, con su proyección en el cine Norba, también concidiendo con su mandato como Gobernador Civil, resultó un clamoroso éxito y con con salvas de aplausos al final de la proyección.

Por su parte Francisco Bocos Cantalapiedra, conde de Rebolledo y comandante de Caballería, gobernador entre marzo de 1963 y enero de 1964, fue cesado por tomar la decisión de construir una carretera en terrenos de la duquesa de Alba y de José Finat y Escribá de Romaní, alcalde de Madrid, en el término municipal de Hervás. Al parecer una llamada telefónica del regidor madrileño al Jefe del Estado fue lo que pudo provocar el cese del gobernador.

(Continuará) 

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2 comentarios

  1. Sebastian Castela

    Interesante viaje por historia de los Gobernadores Civiles. Espectante estoy por ese continuará.

    • Muchas gracias, querido Sebastián, por tu comentario y tu interés en seguir mis modestos textos alrededor del Cáceres de Aquellos Tiempos. Y que, como es el caso, de los Gobernadores Civiles, se conforma, también, de un muy interesante y curioso anecdotario de toda índole y condición. Un abrazo, amigo.

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