AQUELLOS PROFESORES DEL INSTI

¡Aquellos profesores del Insti…! trata de ser, tan solo, un modesto recorrido por los perfiles de los señalados docentes de aquellos tiempos en la etapa bachiller del escritor y antecesores. Sobre todo, claro es, en las cercanías generacionales. Lo que no obsta para que en este ensayo se vayan incluyendo otros perfiles biográficos, humanos, anecdóticos, políticos, humanos, sociales, culturales, etc, de quienes en aquellas aulas, siempre tan recordadas en la memoria de tantas y tantas generaciones de alumnos y alumnas dejaran constancia de su magistral rigor pedagógico.

AGUSTIN BRAVO RIESCO, EL MONA

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Agustín Bravo Riesco, más conocido como El Mona, entregando un diploma.

Aquel era un centro privilegiado. Enclavado en el corazón del Casco Histórico-Monumental, entra tañidos de campana, buenos enseñantes, la vista, siempre, al fondo, del Santuario de la Montaña, y sus aires que sabían de enseñanzas, entre baticulos, cates, matrículas de honor, estudios inveterados, disciplinas de todo tipo…

De repente me he topado con la imagen de don Agustín Bravo Riesco, catedrático de Lengua y Literatura del Insti, aquel a quien todo el mundo conocía, cariñosamente, por supuesto, como El Mona, catedrático de Lengua y Literatura, de señalado rigor profesoral, mientras me he acordado de sus pasos, de las anécdotas. Como aquella cuando dictó al alumnado ruidoso y alborotador:
— ¡Aquel banco, a la calle…!

… Y los bachilleres, ni cortos ni perezosos, tomaron el banco, el pupitre, y se fueron con el mismo al pasillo entre las carcajadas de unos y el asombro de don Agustín Bravo Riesco, mientras trataba de meter al alumnado, de una tgacada, el Quijote, ahí es nada, en la mollera estudiantil.

Don Agustín, de quien algunos señalaban que recibió elogios en su día de don Miguel de Unamuno, escribió un libro «CON LA VIRGEN Y POR LA VIRGEN, EL GRAN REMEDIO«, editado en la imprenta la Minerva.

ARSENIO GALLEGO HERNÁNDEZ

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Arsenio Gállego Hernández, catedrático de Matemáticas y poeta.

Arsenio Gállego HERNÁNDEZ, (Castilruiz, Soria, 1886-Cáceres, 1969) fue otro de los señalados docentes del Insti de Aquellos Tiempos.

Doctor en Ciencias Exactas, que comenzó a desempeñar la cátedra de Matemáticas en Mahón, pasó a Baeza, donde estableció una relación de gran amistad con Antonio Machado.

Su próximo y definitivo destino fue el de Cáceres, ciudad a la que llegó el año 1919, para desempeñar las funciones en el Instituto de Segunda Enseñanza y ya, fervientemente identificado con Cáceres, con sus gentes, con su espíritu, con las tierras y sus tradiciones, se quedaría en nuestra ciudad hasta la llegada de su jubilación.

En su recorrido por Cáceres, además, destaca la Vicedirección del Instituto Nacional de Enseñanza Media, su amistad con un cacereño de la talla de León Leal Ramos, de quien fue colaborador en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres, director de la Escuela de Maestría Industrial, de una extraordinaria cultura, de gran pasión por las conversaciones y las tertulias, por la investigación y el fervor cacereñista.

Y, también, fue un destacado poeta, cantor de un numeroso abanico de inspiraciones. Pero, con especial dedicación a la Virgen de la Montaña, a la Ciudad Antigua, a la vida y sus esencias.

Daniel Serrano, que fuera Director del Instituto Nacional de Enseñanza Media «El Brocense» dijo de él que «fue un hombre de conversación fácil y amena, lleno de humor chispeante que le llevaba a la alegría sencilla y profundamente humana, propia de hombres inteligentes y humildes que prodigan su rica personalidad en el entorno humano en que sirven«.

Entre sus libros destacan «Soria y Cáceres, mis amores«, «El Amor Celestial«, «Mis dos vidas«, una nueva Antología Poética, y otros.

Aquí os dejo su soneto TRASLADO DE LA VIRGEN:

Por su camino empinado

la Virgen va transportada

a hombros de la gente honrada

bien merece el don logrado.

 

Servir al Cielo es sagrado,

es bella toda jornada,

por el alma no olvidada,

que deja tono endulzado.

 

La sencillez y humildad,

las dos fuerzas del cristiano

se ven con celeridad

 

en lo divino y humano,

paga siempre la bondad

en tu alma y en tu mano.

FERNANDO MARCOS CALLEJA

Fernando Marcos Calleja, natural de Saucedilla, fue Archivero, Bibliotecario, fundador y director del Paideuterium, catedrático, también, de Lengua y Literatura, en posesión de la Encomienda de Alfonso X el Sabio.

ABILIO RODRÍGUEZ ROSILLO

Una imagen, siempre pacífica y bondadosa, la de don Abilio Rodríguez Rosillo, catedrático de Ciencias Naturales, pensionado en Ginebra con el eminente profesor Robert Chodat, que fue director del Brocense durante dieciocho años, miembro de la Asociación para el Progreso de las Ciencias y miembro del Congreso Internacional de Botánica de Amsterdam, y que se despidió entre lágrimas emocionales en el Aula Magna de aquel Insti de siempre con su lección magistral titulada «Abejas y Flores«, y que publicó un libro de gran relieve, «De Varia Lección«.

Don Abilio Rodríguez Rosillo, que llegó a Cáceres en el año 1919, un ejemplo siempre en la memoria, por su pedagogía y rigor, por su filosofía doctoral, por su sentido humanista, creador del Museo de Ciencias Naturales de Figueras y también del de Cáceres, estaba en posesión de la Orden de Alfonso X el Sabio. También fue miembro de la Societé Suisse de Botanique, socio numerario de la Real Sociedad Española de Historia Natural y miembro de la Asociación para el Progreso de las Ciencias y miembro del Congreso Internacional de Botánica de Amsterdam.

Don Abilio Rodríguez Rosillo, un profesor emblemático del Instituto, supo simultanear, según señala Valeriano Gutiérrez Macías en ABC, «su empeño pedagógico, su dedicación a la enseñanza, su amor a la ciencia a la que ahora se dedica exclusivamente en su fecunda labor de investigador, y además fue interventor, secretario y director del Brocense durante dieciocho».

MARTIN DUQUE FUENTES

elbrocensemartinduquefuentesfirmaMartín Duque Fuentes llegó a Cáceres con su cátedra de Latín, enseñante de relieve, docto, buena gente, de un trato amable, cortés y muy respetuoso, siempre, con el alumnado. Llegó desde el Instituto de Cádiz, concurrió por el Partido Republicano Liberal, de Alejandro Lerroux, en las elecciones de 1936, fue inspector de Enseñanza Media, y hacía de su firma un rostro.

Con una personalidad de gran relieve, amable siempre, siempre preocupado por la perfección en sus enseñanzas solía mostrar su preocupación por si el alumnado había comprendido bien sus siempre sabias y ejemplares clases que, nunca mejor dicho, nadan y flotan entre latínes en aquellas aulas del viejo Brocense, enclavado en el corazón de la Ciudad Monumental de Cáceres, entre la algarabía de los cernícalos, el chirriar de los vencejos, la solemnidad de las epopeyas de las historias, aventuras y hazañas de la propia historia de Cáceres y la mirada, siempre lejana y cercana, al tiempo del Santuario de la Virgen de la Montaña.

PABLO NARANJO PORRAS

Pablo Naranjo Porras, natural de Romangordo, sabía Historia por un tubo, como se señala coloquialmente, se apuntó al bando republicano, fue condenado a muerte, y llegó a obtener en 1968 la cátedra de Historia en 1968, alcanzando escaño en el Senado de las Cortes Constituyentes.

CASIMIRO GARCÍA Y GARCÍA

Don Casimiro García y García, salmantino de Calzada de Valdeunciel y catedrático de Religión en El Brocense desde el año 1937, aunque también ejerciera la docencia en la Escuela de Maestría industrial, y que cuando se percataba de cualquier alboroto en la clase llamaba bolcheviques a los ruidosos.

ELISEO ORTEGA RODRIGO

Don Eliseo Ortega Rodrigo, uno de los alumnos predilectos de don José Ortega y Gasset, ahí es nada, siempre intelectual, que un día, en la clausura del curso, pronunciara su última lección, la magistral, por jubilación, titulada, ni más ni menos, que «Pensamientos en torno al hombre y la persona de los momentos actuales«.

VICTOR GERARDO GARCÍA DEL CAMINO

Don Víctor Gerardo García del Camino, otro cualificado pedagogo, catedrático, humanista, director de la Biblioteca, que puso en marcha aquel Cine preñado de inquietudes sociales, y que pregonaba la bonhomía de su formación intelectual y su mano tendida al cultivo del alumnado.

2 comentarios

  1. Jose Luis Taboada LLamas

    Yo fui alumno de algunode los profesores citados y de otros muchos no nombrados como : Don Gonzalo Fructuoso Tristancho, Don Antonio Silva ( a cuyo entierro asisti).Don Juan Delgado Valhondo, Don Jose Vigara Crespo,Don Arturo Garcia,Don miguel A Orti Belmonte,Don Ulpiano Buhigas Novo,Don Arsenio Pacios,Don Rodrigo, profesor de matematicas,no recuerdo su apellido,tendriaque mirar la papeleta,que no tengo a mano eneste momento.Todos,unos y otros de muy gratoque a muchos tuvo la ocasion recuerdo.Ah otro que recuerdo ahora Don Justo Corchon.Que decir de. los compañeros ,que a muchos tuve la ocasion de abrazar, conmotivo del cincuenta aniversario del comienza del bachirerato, en 1992.En fin todos estos son los recuerdos nostalgicos de un octogenario a mil kilometros de Caceres

    • Muchas gracias, estimado amigo y compañero José Luis. La verdad es que da gloria pasearse entre las olas del recuerdo del Instituto Nacional de Enseñanza Media «El Brocense» y hallar el sortilegio de personas que han vivido «a fondo» aquella calidad humana, humanística y docente de las personas que vamos citando en mi modesto texto y que tanto influyeron, por suerte, en el alumnado que disfrutamos de sus enseñanzas. Aunque, a veces, lo hiciéramos entre suspensos y abulias. Pero con la riqueza del paso del tiempo justo es de señalar que toda aquella aventura bachiller mereció la pena. Un gran abrazo y, como siempre, mi agradecimiento.

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