En Aquellos Tiempos la Fábrica de Chocolates Amatller, una empresa que nació en 1797 en un barrio barcelonés, y que desde sus inicios se distinguió por la calidad de sus productos, gracias a los frutos coloniales, y su dinámica publicitaria, lanzó, junto a sus chocolates una colección de cromos titulada «España Monumental».
Para la conformación de la estampa dedicada a Cáceres sus creativos idearon este precioso dibujo configura, tal como podemos apreciar, por el Palacio de los Golfines de Abajo, (aunque el título de la lámina rece Casa de los Golfines), una pareja ataviada con la indumentaria típica y festiva cacereña, de un muy rico sabor costumbrista, y el escudo.
Un cromo, en todo caso, de una señalada belleza y que, hasta donde cuentan las crónicas del relato oral, causó una gran sensación en Cáceres por la belleza y el rico colorido del cromo dedicado a nuestra tierra y que ya, lamentablemente, formará parte de miles de álbumes escondidos en el silencioso rincón del olvido de aquellos coleccionistas de entonces de la colección «España Monumental», de Chocolates Amatller.
La aparición de dicho cromo dio lugar en Cáceres, claro es, siguiendo el curso de la vida cotidiana, a sus tertulias, sus comentarios, sus chácharas, sus pegadas de hebra, sus parrafadas y sus conversaciones coloquiales, entre la chiquillería de las escuelas, las mujeres y vecinas al encontrarse barriendo o fregando los zaguanes o en la compra en los ultramarinos, los hombres en el trabajo o apoyados en la barra del chiscón o de la tasca, con el codo apoyado en la barra, la gorra calada y el cigarrillo en la comisura de los labios, y animando el pulso de la vida, con el argumento de la, nunca mejor dicho, dulce estampa sobre uno de los rincones más señalados del Cáceres Histórico y Monumental.
Una estampa que, a buen seguro debió de ocupar algún espacio de atención en la prensa local de entonces, tan pendiente, siempre, de la presencia del nombre de Cáceres, a escala nacional, con cualquier motivo.
La Fábrica de Chocolates Amatller fue creada, inicialmente, como una modesta fábrica artesanal por Gabriel Amatller, y que, con el tiempo, se convirtió como una marca líder en España por la calidad de sus productos procedentes de Venezuela, Cuba, Ecuador, la antigua Fernando Poo y Ceilán. Una fábrica, asimismo, que, desde sus inicios, hace ya la friolera de doscientos diecinueve años, comenzó a dedicar dedicó señalados recursos al ámbito publicitario, con colecciones de estas características, anuncios, entre otros.