Juan José Romero-Montesino-Espartero, Cáceres 1941, nació y se crió allá en aquel precioso chalet de la calle Gómez Becerra número dos, junto a sus siete hermanos, abrazado al Paseo de Cánovas. Un chalet de preciosa estructura norteña que, un mal día, se llevó por delante el viento de la modernidad. Una herida que aún sangra en Juan José.
Hijo del insigne escritor Pedro Romero Mendoza, que se pasaba el día investigando, anotando a mano notas documentales, consultando fuentes, libros y más libros, que dirigió el periódico «El Noticiero de Cáceres» y la revista «Alcántara«, durante veinte años, lo que se dice pronto, imprimiéndole unos aires de señalada renovación cultural, y de Eladia Montesino-Espartero, poetisa, escritora, lectora impenitente, de cultura vitalista. Enamorados los dos de Cáceres, don Pedro y doña Eladia, dejaron una parte de su estela y de su sensibilidad en aquella ciudad de entonces, tratando de revitalizar el más que delicado y difícil panorama cultural y siguiendo, al tiempo, la estela social-popular.
Juan José Romero, que un día llegó a ser director gerente de una empresa alemana, desborda sentimientos, recuerdos y escenas cacereñeadoras, que va aglutinando en un blog, junto a la ingente obra de su padre que un día ganó el premio Cartagena, de la Real Academia Española. Y, también, de su madre, que llegó a publicar un libro titulado «Poesías de Eladia Montesino-Espartero«.
Su poesía es cálida, humana, cercana y próxima, en la que se conjugan elementos de hondura y abiertos de par en par a las puertas de la propia vida.
Miembro de la Red Mundial de Escritores, cofundador del grupo ZeroArt de Poesía de Barcelona va dejando sus poemas en las revistas “La Torre de Babel”, “Poesía Solidaria del Mundo” y “Nos queda la Palabra”, mientras trabaja, se diría que con ardor, en el silencio de la alta madrugada, en un par de Poemarios que ya tienen título para albergar sus composiciones: “TRAS EL CRISTAL DE MI VENTANA” y “NOTAS DE UNA LIRA DESHOJADA”
Como dato para la historia señalar que Juan José Romero Montesino-Espartero es tataranieto del General Espartero, que llegó a ser Regente de España entre 1840-1843, tres veces presidente del Consejo de Ministros, Virrey de Navarra y que fue propuesto para la Corona de España tras el destronamiento de la Reina Isabel II. Pero no aceptó. El mismo fue Príncipe de Vergara, Duque de la Victoria, Duque de Morella, Conde de Luchana y Vizconde de Banderas.
Una de esas madrugadas poéticas, con el cielo preñado de una apasionante luz de oscuridad, escribió este poema:
«CACERES»
Se incendia por instantes la ciudad
y en vivas llamaradas arde el cielo,
la luz del sol se esparce por torreones
que pinta con reflejos de oro viejo.
La noche va cayendo inexorable
al rítmico crotar de las cigüeñas,
el áspero graznido de las chovas
se escucha en atalayas y callejas.
Cerrad la puerta, el Arco de la Estrella,
que nadie turbe el sepulcral sosiego,
sus empedradas y serenas calles
por siempre renunciaron al torneo.
Mostrad vuestro respeto, gente amiga,
la historia duerme el sueño de los siglos
mecida por sus piedras centenarias,
guardada por blasones de granito.
Permitid que descanse la nobleza,
que reposen moriscos y plebeyos,
judíos y valientes militares
y espadas que causaron tantos muertos.
NOTA: La fotografía de la Plaza de San Mateo está captada del blog CACERES EN OCHO DIAs.
Es un honor para mi quinto y paisano Terly este reconocimiento exacto de su persona, de su buen hacer y de su poesía viva y acertada en su expresión lírica y humana fielmente heredada de sus progenitores. Gracias por esta nota calificatiba para mi paisano, gracias.