En junio del año 1.808 se constituyó el Ejército de Extremadura. Y es que ese año dio comienzo la Guerra de la Independencia, con la invasión de España por parte de las huestes francesas capitaneadas por Napoleón. Una Guerra desgarradora y en las que a costa, como se suele decir, de sangre sudor y lágrimas, las tropas españolas lograron la huida de los enemigos
El Ejército de Extremadura jugó un papel relevante en la Guerra de la Independencia por cuanto la entonces provincia de Extremadura jugó y desempeñó un papel de relevancia estratégico-política de relevancia por su proximidad a la frontera de Portugal. Y lo que empezó como un acto de soberbia imperial de Napoleón acabó en una guerra de terribles consecuencias que dejó en el campo de batallas a miles de muertos, como en Extremadura, arrasó un inmenso patrimonio histórico-artístico entre saqueos, robos e incendios, destruyó pueblos enteros en la fiereza de los ataques, asoló campos, y dejó la tierra extremeña como un erial y del que costó años, muchos años, recuperarse.
Más como curiosidad, mientras las aldeas, los pueblos y las ciudades de Extremadura se alzaban y amotinaban al grito de «¡Muerte a los franceses!», en la puerta de la Audiencia de Cáceres aparecía un pasquín contra los gabachos.
En las principales poblaciones extremeñas, como Cáceres, por ejemplo, se formaron Juntas en defensa de España, que se conformaron en lo que en su día se llamó Junta Suprema de Extremadura.
Y en Cáceres, como en toda la región, entonces una sola provincia, se llevan a cabo intensos preparativos para tratar de frenar a los gabachos. Tanto desde una perspectiva de organización militar, propiamente dicha, como a través de la guerrilla muy propia de los tiempos, que derrotaba a los gabachos por el dominio fundamental del terreno.
Ello dio lugar a la conformación del Ejército de Extremadura, una figura emblemática en la historia de la región. Un ejército que se funda en junio de 1808 y que llegó a contar hasta con 20.000 soldados, con la participación de numerosos cacereños, que se alistaron de forma voluntaria, y que pelearon de forma bravía al mando entre otros, relatan las crónicas de la historia, de don José Monsalud, General Jefe del Ejército de Extremadura, y de don Gregorio García de la Cuesta y Fernández de Celis, Capitán General de Extremadura y Comandante en Jefe del Ejército.
El papel del Ejército de Extremadura y de la Guerrilla fue de notable presencia en toda la geografía luchando en señalados campos y frentes de batalla como los que supusieron, por ejemplo, la defensa del Puente de Almaraz o la Batalla de Medellín.
Lo importante, en todo caso, es dejar constancia de que hubo un tiempo en la historia de Extremadura que la misma, siendo provincia y no aún región, tuvo y llegó a contar con su propio Ejército, para combatir en la defensa de la tierra durante la Guerra de la Independencia. Si bien es de dejar constancia que también fueron muchos los extremeños que, en vez de enrolarse en las filas militares prefirieron combatir a las tropas francesas y napoleónicas desde las guerrillas, por el mejor conocimiento del terreno y donde, al decir de la historia, propinaron señalados, firmes y severos desgarros a las huestes invasoras.
NOTA: La primera de las fotografías está captada de Wikipedia y la segunda corresponde al blog agenciabalearia.com.