F. Aragón fue uno de aquellos fotógrafos cacereños tan cualificados, de principios del siglo XX, que también figura en las páginas de la historia de la fotografía en Cáceres.
Persona de gran inquietud, gustaba, sobremanera del trabajo artístico. Y, como tal, F. Aragón se incrustó al máximo en esas corrientes de la mayor inquietud y tratando de hacer, con su trabajo fotográfico, un eslabón de tipología artística.
Un día de aquellos tiempos, cuando se abrazaban los aires del nuevo siglo XX, y la fotografía vivía un momento de relieve en su recorrido, Cáceres, que albergaba buena tradición de fotógrafos, como es el caso, por ejemplo, de François Capdevielle, de Rafael Lucenqui, de Vicente Fonseca, vino a sumarse a dicha corriente F. Aragón.
De este modo el mismo, del que lamentablemente no hay demasiadas muestras de su talento y talante artístico, el mismo se arriesgó a abrir tienda, laboratorio y estudio en el número 9 de la calle Alfonso XIII, siempre Pintores en el alma y en la hondura de la sensibilidad popular, competía con la propia evolución del panorama fotográfico, como competía con firmas del relieve de C. Prado, con estudio, primero, en la calle Afueras de San Antón, y, posteriormente, en la calle Moret, como competía con Julián Perate, en Puerta de Mérida, como rivalizaba, también, con Gustavo Hurtado.
Un reto, pues, de señalado relieve y compromiso en lo que se podría denominar como pulso artístico en la carrera fotográfica de Cáceres.
Y por aquel rincón, enclavado en uno de los surcos que riegan, siempre, de gentío popular el corazón de la ciudad cacereña, pasaban ciudadanos de todo tipo y condición para inmortalizarse en fotografías, militares de la guarnición, aldeanos y viajeros de municipios diversos de las cercanías geográficas que se llegaban hasta la capital por cuestiones administrativas, médicas, mercaderes, feriales. puede que hasta hospitalarias, impenitentes caminantes que siempre andan trasegando por los vericuetos del camino, y todo aquel paisanaje, hombres, mujeres y niños, que, como cuenta la propia historia, se dejaban llevar por el encanto que se desprendía de aquellas cámaras y de aquellos retos de entonces.
— ¡Mira que fotografía me he hecho en la tienda de Aragón…!
Y aquel estudio se condensaba de la voz popular que correteaba, serpenteando, por las callejuelas y plazoletas del siempre inmenso y hermoso recorrido, paseo y caminata hasta el estudio de Aragón.
Como quiera que al mismo le gustaba sobremanera la creatividad F. Aragón diseñó personalmente, de forma cuidada, y, como podemos apreciar, muy esmerada, un modelo de reverso en sus fotografías para publicitar su nombre, su estudio y su marca.
Buena prueba de la misma se halla en este reverso tan artístico, nunca mejor dicho. Y que queda ahí, enmarcado en el álbum de la historia de la fotografía de Cáceres.
Una ciudad que alberga, en el recorrido del tiempo, un amplio listado de fotógrafos como son, además de los anteriormente citados, Vicente Fonseca, Javier García Téllez, Javier a secas, para todos, o los Hermanos Carpintero…
¡Aquellos artistas, esforzados y genuinos trabajadores, incansables estudiosos de la evolución e innovación que nos legaron unas páginas de notoria sensibilidad, por mucho que sus nombres, sin quererlo, se apelmacen, hoy, tanto tiempo después, inmersos en extraños silencios y hasta en los más extraños y lamentables olvidos…!
Hoy, al descubrir esta fotografía, solo podemos apuntar y escribir con el pulso emocionado de la belleza fotográfica cacereña y sus artistas: Gracias, amigo Aragón, muchas gracias, desde lo más hondo del Alma (mejor, con mayúscula)..!
Y hoy, por consiguiente, esta humilde página te dedica el recuerdo extraído de la fortuna de hallar tu diseño del reverso y la estampación de esos chiquillos que figura en la fotografía de más arriba, y que bien podríamos titular, ni más ni menos, que «Niños…«.
UN FOTOGRAFO LLAMADO ARAGON by JUAN DE LA CRUZ GUTIERREZ GOMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.