TENDIDO DE SOMBRA EN LA PLAZA DE TOROS, 1932

El 3 de julio de 1932 fue domingo. Y en la Plaza de Toros de Cáceres, en medio de un gran ambiente, como se aprecia en el tendido de sombra, se celebró una novillada con Joselito de la Cal, Revertito y el cacereño Joaquín Alonso.

 

Tendido de sombra en la Plaza de Toros de Cáceres, novillada del 3 de julio de 1932

Un cartel, pues, apetecible con el madrileño Joselito de la Cal, en lo más alto del escalafón novilleril, el sevillano Revertito, que hacía su debut en la capital altoextremeña, y el diestro cacereño Joaquín Alonso, que se presentaba ante el paisanaje en la Plaza de Toros de Cáceres.

Los seis novillos toros que se lidiaron pertenecían a la ganadería de José Gallego.

El respetable guardó silencio en el primero de Joselito de la Cal, que dio la vuelta al ruedo en el segundo y en el quinto, que correspondía a Revertito, y al que lidió porque el mismo resultó cogido, cortó una oreja.

Revertito, en el único novillo toro al que se enfrentó, recogió aplausos de la afición.

Y nuestro paisano, ay, Joaquín Alonso, hizo lo que pudo, demostrando valentía, mientras la prensa señala que le faltaba torear mucho en tentaderos.

El ambiente para esta novillada, en pleno verano, fue tal que la empresa decidió poner a la venta las localidades, también, en el Café Viena y en los bares Castaño y El Sanatorio.

Cartel anunciador de la novillada celebrada el 3 de julio de 1932 en Cáceres.

Aquí teneis, asimismo, un anuncio de dicha novillada que aparecía publicado los días previos al festejo en el periódico local cacereño. «Nuevo Día«.

Obsérvese en la primera fotografía, obra de nuestro siempre querido y entrañable artista Javier, cómo la inmensa mayoría de los espectadores, al menos los que se acomodaban en las localidades del tendido de sombra, acudían al recinto de la Plaza de Toros de Cáceres, en aquellos tiempos, de hace tan solo 85 años, lo que se dice pronto, con traje y corbata. Alguno, incluso, con pajarita.

Un acontecimiento, el de la novillada, al que se podía acudir abonando tan solo la cantidad de una peseta con cincuenta céntimos en sol y por el doble justo, tres pesetas, tres, en sombra.

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