Luis Regidor Blasco, 1948-2012, que cuenta con un Paseo en la ciudad, fue un cacereño inquieto, culto, rebelde, tertuliano apasionado, amante de los viejos y entrañables cafés como punto de encuentro, de actualidad y de pasar revista a la sociedad en la que se encontraba inmerso, reivindicativo, catedrático de Francés en el Instituto Norba Caesarina, durante más de cuarenta años, uno de los inspiradores del Gran Café, 1983, en el que pretendía erigir un gran centro cultural, como los grandes cafés franceses, por ejemplo Les Deux Magots, italianos, por eje1mplo El Greco, o austriacos, por ejemplo Silbernes. Y, mientras, soñaba en el recuerdo imborrable con la imagen siempre a caballo entre la cafetería Avenida y el café Jamec, en la cacereña avenida de España y en la cacereña calle de Pintores, que se habían derrumbado años atrás, 1972 y 1980, respectivamente, abatidos por la crisis y la modernidad de los tiempos, que todo lo arrasan.

 

placa en recuerdo a luis regidor en el rodeo
El 22 de abril de 2014 el profesor y cantautor cacereño Luis Regidor Blasco presta su nombre a un Paseo para la eternidad de Cáceres.

Lo mismo que fue buena gente, noble, viajero impenitente, sobre todo por Europa, cantautor de composiciones como «Para ser extremeño«, «Cáceres«, «Misa de Pontifical«, «Hay que democratizar«, «Soledad de campos extremeños«, «El alma vieja«, «Cenicienta«, «Mi calle«, el villancico «Que nació bajo una encina«, «Yo se«, «Como una alondra«, que cantaba, soñando entre viejos encinares extremeños y sueños idílicos por una sociedad mejor, acompañado, casi siempre, de su guitarra y con la que, según decía, alcanzaba momentos de apasionante felicidad personal por su sentimiento expresivo. Al menos, añadía, consigo mismo. De este modo, por ejemplo, se crecía, interiormente, cuando cantaba al viento letras, salida de su pluma y de su sentimiento como aquella, tan honda y profunda, que señala para la eternidad de la obra del cantautor:

Hay que aprender a vivir para volar,

hay que aprender a vivir para soñar,

hay que sentir el alma entre las venas,

hay que matar a sueños la realidad.

Luis Regidor vivió por y para Cáceres, una tierra que sentía en el alma. Porque, como me apuntaba hará cuatro o cinco años, con un café al medio, es la tierra en la que me nacieron. Y punto, Juan.

Abierto a las tertulias de conversiones con tintes y aires inquietos y de señaladas sensibilidades creativas e intelectuales, como lo que era, amigo de su tierra, de su ciudad, de sus gentes, se entregó a ellas porque lo sentía en sus adentros y en sus adentros lo llevaba.

Luis Regidor
Luis Regidor era un cacereño y un CACEREÑEADOR convencido de su filosofía cacereñista. Y perdón por el juego de palabras.

Amigo de sus amigos, paisano entrañable de sus entrañables paisanos y del paisanaje. Luis Regidor también era, como se puede colegir, europeista, y un apasionado caminante, por el panorama y los senderos de la intelectualidad, de los páramos de la felicidad, como aquel titular que el 18 de noviembre de 2012 le dio al periódico Extremadura señalando: «Se ha obligado a estudiar a todos y nunca se ha priorizado la felicidad de los alumnos». Todo un ejemplo de belleza del pensamiento, de la reflexión, de la hondura humana y de la cultura humanística.

Cantautor reivindicativo, con composiciones preñadas de vida, y en ocasiones desgarradoras, sobre todo de sentimiento de libertad, poco antes de su fallecimiento la Facultad de Formación del Profesorado le había concedido el premio María Antonio Fuertes por la labor humanística que había llevado a cabo durante sus numerosos años de docencia.

La verdad es que Luis Regidor, por ser honestos, fue, ante todo, tan franco como valiente y tan sensible y sincero como la sangre que le corría, de forma galopante, por las venas, siempre, de un cacereñismo cuajado de hondura.

Paseo Luis Regidor
El Paseo Luis Regidor da alma y vida y canción y libertad a ese camino de sentimientos que llevaba, tan dentro, el profesor y cantautor cacereño.

Mientras tanto, ahora que desde el 22 de abril del pasado año presta su nombre a un Paseo en Cáceres, allá por El Rodeo, que concluye en el templete que está situado junto al instituto Norba Caesarina, envuelto de silencios y soledades, y a veces del griterío del alumnado del centro educativo, seguro que vuelan por el aire los compases de sus canciones y se escucha, de modo impecable,su dedicación a Cáceres.

El escritor e investigador Moisés Cayetano Rosado, catedrático de Geografía e Historia en Badajoz, estudioso de las páginas de Extremadura en todas sus manifestaciones, ya señalaba en el periódico Hoy del cuatro de abril del año dos mil cuatro que fue un cantautor excepcional, un cacereño universal en sentimientos, a la altura, escribe, de Pablo Guerrero y Luis Pastor. Lo que dice, añadimos nosotros, mucho de él.

En tertulias, en recitales, en la soledad de su despacho y hasta en la fantasía de su exquisita dulzura CACEREÑEADORA.

NOTA: Las dos primeras fotografías está captada del periódico Hoy, y la tercera de las mismas del periódico Extremadura.

 

Licencia de Creative Commons

LUIS REGIDOR Y SU PASEO by JUAN DE LA CRUZ GUTIÉRREZ GÓMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

3 comentarios

  1. Rafael Perez

    Hasta siempre compañero.

    Rafael Pérez Palacios

    • Muchas gracias, estimado amigo Rafael, por ese comentario, de tres palabras, tres, «hasta siempre, compañero», pero que, con la imagen soñadora, poética, abierta, lúcida, tertuliana, imaginativa y cacereñeadora de nuestro querido Luis, nos dejan, tal vez, la templanza de saber que a estas horas andará por las campas eternas rasgando su guitarra, componiendo canciones, visitando ciudades y soñando con una ciudad eterna como el Cáceres de su alma. Un saludo cordial. Juan de la Cruz.

  2. carlos porras estrada

    Me siento muy orgulloso de ti,Luis, y te recuerdo como un amigo y compañero entrañable ya en aquellos años de cuando éramos compañeros en San Hermenegildo,en Sevilla, y nos participabas de tus canciones
    Te recuerdo con mucho afecto y me siento orgulloso de que estés en la memoria de todos los cacereños y en la de tu tierra.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.