MARTINEZ DEL RINCON, UN PALENTINO DE RELIEVE

Mariano Martínez del Rincón fue Gobernador Civil del Cáceres de Aquellos Tiempos, a principios del pasado siglo, y cuya figura encontré conformando mi ensayo «ANECDOTARIO Y CURIOSIDADES DE GOBERNADORES CIVILES DE CACERES». Fruto de ello elaboré el artículo «Mariano Martínez del Rincón, un  palentino de relieve», que hoy aparece en el periódico «El Norte de Castilla».

La Diputación albergaba en aquellos tiempos la sede del Gobierno Civil. Fotografía cedida por Teófilo Amores Mendoza.

MARIANO MARTINEZ DEL RINCON, UN  PALENTINO DE RELIEVE

Investigando sobre el Cáceres de Aquellos Tiempos me encuentro con la figura del palentino Mariano Martínez del Rincón y Cires, que llegó a alcanzar el Gobierno Civil de la provincia altoextremeña a caballo entre los años 1909 y 1910.

Nacido en Palencia, el 25 de marzo de 1853, era hijo de Serafín Martínez del Rincón Ezquerra, abogado, que fuera alcalde de Palencia, su abuelo figura como uno de los héroes de la Guerra de la Independencia, Serafín Martínez del Rincón y Ayala, y, al tiempo, fue hermano del prestigioso pintor y director de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, Serafín Martínez del Rincón, Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

Martínez del Rincón cursó el bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza en la ciudad que le vio nacer, y, posteriormente, se enroló en los estudios de la carrera de Derecho que compartiría entre las Universidades de Valladolid, Granada y Madrid.

En 1873 es llamado a filas y poco después ingresa en la Academia de Infantería, siendo su primer destino como alférez en el Batallón Provincial de Valladolid.

Más tarde pasa al Regimiento de Infantería de Soria, número 9, luchando, en defensa de la bandera española, en diversos hechos y acciones de guerra en los que participara dicho Regimiento. Como es el caso del levantamiento del bloqueo de Pamplona, entre 1874-1875, cuando los carlistas cercaron la ciudad provocando una extraordinaria carestía de alimentos, así como las batallas que se enmarcarían en las páginas de la historia de España como las acciones de Treviño, Leimbier, Vera, Miravalles, Uribaín, Peña Plata, Arlabán y otras. Y en las que el militar palentino Mariano Martínez del Rincón se distinguió por su pundonor y capacidad de riesgo, sacrificio y coraje.

Asimismo desempeñó sus responsabilidades con el ejército español en la isla de Cuba donde logró el ascenso a capitán y permaneciendo en la misma hasta el término de la campaña.

Tras su regreso a España Mariano Martínez del Rincón es destinado al Regimiento de Infantería de Cuenca, número 27, con orígenes en el Regimiento de Flandes, número 30, creado en 1633, luego en el Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo, número 7, y después en el Regimiento de Borbón, número 17, que arranca en 1659. De ahí es nombrado ayudante del general José Golbio y Abella.

Posteriormente pasa a la guarnición de Melilla ascendiendo en 1894 a comandante, y siendo destinado, de nuevo, a la isla de Cuba, donde defiende las posiciones españolas en aquel complejo y arriesgado momento ante los insurrectos cubanos con José Martí al frente. Allí permanece hasta 1897, habiendo sido, asimismo, alcalde corregidor y comandante militar de Consolación del Sur, ciudad de la provincia de Pinar del Río y gobernador militar de Marianao, en el municipio de La Habana.

El Regimiento de Canarias es su destino al regresar a España.

Afiliado al Partido Liberal Mariano Martínez del Rincón es nombrado en 1901 Gobernador Civil de Logroño, en 1904 pasa a estar al frente del Gobierno Militar de Tuy y en 1906 pasa a dirigir el Gobierno Civil de Lérida.

Al volver al escenario militar en 1907 consigue el ascenso al grado de coronel, estando al mando del Regimiento de Andalucía, número 52, con guarnición en Santoña. De ahí accedió al frente del Gobierno Civil de Cáceres.

A su llegada a Cáceres, en noviembre de 1909, el semanario “El Bloque” destaca las dotes del mismo subrayándose que “su competencia, su caballerosidad, su tacto y su arraigado amor a las ideas liberales son cualidades que tiene ya probadas en el ejercicio de este cargo en otras provincias«.

Asimismo el periódico citado deja constancia de su labor en el campo militar y político, haciéndose eco de que el nuevo Gobernador de la provincia “afable y tolerante con las personas, se propone sin embargo ser inflexible y rápido para cuanto concierne con la sanidad moral y la salubridad pública, inspirándose en lo político en las más puras ideas liberales y democráticas«.

Por su parte el periódico republicano cacereño “El Adarve”, en la bienvenida al nuevo Gobernador, espera que “sepa poner el punto de mira por encima de las pequeñeces de la política de campanario apartándose de cuanto signifique violencias, atropellos y habilidades administrativas que podrán ser muy convenientes para favorecer intereses particulares y políticos, pero que son, también, procedimientos muy perjudiciales para la justicia y para los prestigios que debe conservar siempre incólumes un Gobernador civil que pretenda dejar grata memoria de su gestión”.

En febrero de 1910, cuatro meses tan solo después de su llegada a Cáceres, tras una crisis de Gobierno, el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas, decidió que los gobernadores civiles no permanecieran en las provincias en las que estaban desempeñando sus funciones por lo que el mismo es trasladado al frente del Gobierno Civil de Badajoz.

Con dicho motivo el semanario “El Bloque” deja constancia de que “bien puede estar satisfecho el señor Martínez del Rincón, ya que ha tenido la fortuna y el acierto en el desempeño de tan delicado cargo, que ha conseguido aunar todas las voluntades en el mismo deseo de su continuación al frente de este Gobierno Civil, y granjearse las simpatías, estimación y el respeto de cuantos mantuvimos relaciones personales o políticas con él”.

Lo que no ve así el periódico “El Adarve” que, tras señalar que celebra su marcha, le despide del siguiente tenor: “Si el perseguir a los conservadores, por el solo hecho de serlo, con saña y tenazmente, fuera un mérito, el Sr. Martinez hubiera desarrollado en Cáceres una gestión brillantísima; pero como eso no es así y el Sr. Martínez no hizo otra cosa en el tiempo de su mando, nosotros afirmamos que lo ha hecho muy mal, estando muy bien trasladado”.

Finalmente señalar que Mariano Martínez del Rincón se encuentra en posesión de numerosas condecoraciones como dos cruces de María Cristina, dos del Mérito Naval, la encomienda de Isabel la Católica, la encomienda de Concepción de Villajoyosa, Cruz y Placa de San Hermenegildo, la de Los Sitios de Zaragoza y otras más. Asimismo fue Geltilhombre de Su Majestad.

 

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