CASIANO, EL COMPROMISO SOCIAL DE UN HOMBRE CULTO Y BUENO

CACEREÑOS POPULARES (II)

Casiano Suero fue un hombre entregado siempre, desde su inmensa sensibilidad social y su alto grado de compromiso humanista, a los jóvenes, a los marginados y a la mejor integración de todos en la sociedad. cacereña».

Aquí os dejo, pues, el artículo titulado «CASIANO, EL COMPROMISO SOCIAL DE UN HOMBRE CULTO Y BUENO«, que hoy, 30 de octubre, aparece publicado en el periódico digital diario extremeño «Región Digital» y en mi blog «Cáceres, el blog de Juan de la Cruz«.

Casiano Suero López (Valdefuentes, 1936–Cáceres, 1998) fue en el Cáceres de Aquellos Tiempos un sacerdote y profesor, tanto de la Congregación de la Preciosa Sangre como de la Universidad Laboral, admirado y querido por todos.

Casiano era hijo de un guardia civil, natural de Zarza de Montánchez y  destinado en Valdefuentes, que deseaba regresar a su pueblo, donde transcurrió la primera infancia de un niño que albergaba, entre otras debilidades propias de la edad, la inquietud y la travesura.

Tras alcanzar su padre el destino en su municipio, Casiano va creciendo entre cultivos, tradiciones, anhelos, estampas y sensibilidades cruzadas de pueblo y campo. Un niño de aquellos pueblos de la Extremadura que ahondaba en los años cuarenta y cincuenta que, a la hora de iniciar su andadura por el bachillerato, lo hace en el Seminario-Instituto de la Preciosa Sangre, de Cáceres, (Congregatio Missionarium Pretiosissima Sanguinis), junto a su hermano Fabián.

Aquel chiquillo va conociendo, en profundidad, la vida del padre Gaspar del Búfalo, fundador de la orden, que creó en 1815, en la población de Giano dell´Umbría, “con el fin de promover la reforma moral y religiosa hecha por Pío VII”, y que, más allá de su sede fundacional, abrió su primera casa en la capital altoextremeña, gracias a la extraordinaria donación que hiciera en su día el último Marqués de Ovando, Vicente Mariano de Ovando Solís Perero Maraver y Aponte.

Finalizado el bachiller Casiano ingresa en la Preciosa Sangre, iniciando su trayectoria como seminarista, compartiendo clases con compañeros como José Luis Rojo, que sería párroco de Arroyo, o Paulino Hernández, párroco de la iglesia de San Mateo.

La orden va calando profundamente en Casiano pasando diversos períodos vacacionales tras la estela del fundador de la Preciosa Sangre y llevando a cabo diversos viajes por Austria, Alemania, Italia y Portugal, formándose en el espíritu religioso del Padre Del Búfalo, hoy venerado como santo.

Tras los estudios llega la toma de hábitos: Misa en la iglesia de San Francisco Javier, en Cáceres y, posteriormente, canta la primera misa en Zarza de Montánchez.

Después se incorpora como sacerdote de la orden en Cáceres, pasa unos años como profesor superior en el colegio San Francisco Javier, en la localidad pacense de Fuente de Cantos, retorna a Cáceres, y, firme en sus objetivos, comienza a distinguirse por una amplia labor social. Al principio con la Legión  de María; más tarde, con Hermandades del Trabajo.

Casiano da rienda suelta, entonces, a su vertiente más sensible, incrustándose entre los jóvenes y los más desfavorecidos, para que ambos sectores enfilen del mejor modo los carriles de la vida.

Un buen día Casiano es nombrado Superior y Vicario para la provincia de España y Portugal de la Orden de la Preciosa Sangre, a cuyo frente está durante tres legislaturas y alcanzando señalados logros.

Al mismo tiempo va emergiendo una figura carismática en la ciudad que encuentra eco en todos. Casiano abre su trabajo e inquietudes al complejo mundo en la vida de aquellos gitanos cacereños, se convierte en un luchador infatigable en el polígono chabolista de Las Labradoras, junto al padre Juan Vázquez, llama a las puertas del alcalde, Díaz de Bustamante, y se vuelca en su apostolado con los calés cacereños… Ayuda al poblado, logra que se les facilite a los gitanos una serie de vales, con respaldo económico de numerosos cacereños, para adquirir productos en determinados establecimientos, celebra la misa en el mismo los domingos y hasta los niños del poblado hacen su primera comunión con trajes donados por miembros de la sociedad local.

También fue el inspirador de la barriada de “Las Trescientas” y cuyas viviendas, en un principio, estaban destinadas para los chabolistas gitanos.

Posteriormente Casiano se convierte en consiliario de Hermandades de Asuntos Varios (derivada de las Hermandades del Trabajo, que tanto hicieron por los cacereños), ofreciendo su lado más humano y solidario con todos.

De este modo iba abriendo las puertas de una relación amistosa y entrañable con personas como Julián Murillo Díez, Juan Pablos Abril, Fernando García Morales, Dionisio Acedo Iglesias, Pedro Rodríguez de Ledesma, Valeriano Gutiérrez Macías, Alfonso Díaz de Bustamante

Más tarde se incrusta en el corazón de esa marginalidad que latía severamente en los barrios madrileños de Orcasitas y de La Fortuna, convalida los estudios de sus asignaturas eclesiásticas con las civiles, se licencia en Filosofía y Letras y ejerce la docencia como profesor de Filosofía en la Universidad Laboral de Toledo.

Desde la capital castellanomanchega viaja con frecuencia hasta el Cáceres de su alma, donde se encuentra con el abrazo amigo de cientos de cacereños. Ilustres unos, humildes otros. Sus miradas, cuajadas de añoranza, se encaminan hacia su tierra. Por lo que tras obtener la dispensa sacerdotal, se seculariza e imparte clases en la Universidad Laboral.

En 1976 contrae matrimonio con Loli Turégano, hija del matrimonio Turégano Valiente, adoptan un hijo, Juan Carlos, y con la llegada de Jaime Velázquez a la presidencia de la Diputación Provincial, es nombrado director del Colegio “San Francisco”, posibilitando una labor pedagógica y social de gran calado.

Obtuvo la cátedra de Literatura, gustaba de la lectura, preferentemente los clásicos y la novela histórica, le apasionaba escuchar música con la mente por los más variados horizontes, viajar sin rumbo fijo, recorrer la hondura y sabor de los pueblos extremeños entre curiosidades e historias, pasear intensamente por las callejuelas y plazoletas de la Ciudad Histórico-Monumental de Cáceres, de las que llegó a guardar las llaves de tres casas palaciegas…

Estaba enamorado de la vida, entre sus azares, inquietudes y amplitud de recorridos, que iba alcanzando hasta los mayores retos de sus expectativas…

Cuando disfrutaba del pálpito de ese equilibrio de logros, afectos y amistades, con tan solo 62 años nos dijo adiós, dejando a Cáceres un poco huérfana de ese abanico de aspectos que conformaban su filosofía humana, amiga y maestra.

Casiano Suero fue, ante todo, una excelente persona, humano y humanista, batallador y riguroso en la apertura de miras sociales, por lo que se entregó a todos, tendiendo puentes de ayuda, preocupación y orientación.

En la vida hay tiempo para enriquecer todos los campos del conocimiento y la inquietud de las personas”, solía repetir en la lección personal de cada día ante sí y ante los surcos de sus reflexiones y convencimientos. Una reflexión de Casiano Suero, inmerso e incrustado en el paisaje del Cáceres de Aquellos Tiempos.

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15 comentarios

  1. Emilio González Barroso

    Fantástica biografía de CASIANO SUERO con el que compartí varios años en Fuente de Cantos y en la Casa del Sol de Cáceres y emotivos comentarios de los que lo conocieron y trataron.Felicitaciones a Juan de la Cruz.

    • JUAN DE LA CRUZ

      Muchas gracias, querido Emilio, ahora que, al leer tu comentario, he recuperado aquella buena amistad de hace, ya, algunos años. Un placer leer tu nombre y apellidos, un gran motor de la cultura y de los pasajes folklóricos extremeños.

      Ya veo, con una enorme satisfacción, que seguimos en la lucha y en la defensa de esas inquietudes.

      Un gran abrazo. Juan de la Cruz

  2. Hola, soy Isabel.
    Nunca podré olvidar al padre Casiano, así lo conocí y así lo recuerdo. El llegó hasta ese barrio olvidado a las afueras de Cáceres. BARRIO DE LA ABUNDANCIA. Unas casitas entre cuevas y trigales donde no había luz ni agua, el llegó y nos hizo la Escuelita donde aprendí junto con otros niños a leer y escribir.. Nos enseñó el catecismo y nos preparó para la primera comunión.
    No había dinero para trajes ni zapatos, pero el se encargó de que todos tuviéramos todo lo necesario.
    Nunca olvidaré ese maravilloso día, después de la ceremonia nos esperaba un gran banquete, cuantos pasteles! Chocolate con churros!
    Nunca había visto tanta comida rica! Nuca me vi tan bonita con mi vestido y mis zapatitos blancos.
    Pero unos pocos años después, el ayuntamiento nos tiró nuestras casitas y con ellas también la Escuelita ..
    Ya nunca más lo volví a ver….
    No podía olvidarlo, el me dijo el primer día que llegó al barrio: TU SI PUEDES VER A JESUCRISTO. Yo solo tenía cuatro añitos…
    Muchos años después, me encontraba en urgencias del hospital VIRGEN DE LA MONTAÑA. allí vi a un hombre sentado, cabizbajo, con las manos entrelazadas, mi corazón empezó a latir fuerte.. Esos pies tan grandes…. Es el??
    De pronto aquel hombre levantó la cabeza, me miró y sonriendo me dijo.. HOLA..
    poco después vi en el periódico que había muerto. No sé cuánto tiempo pasé llorando, aun lloro.. Aquello que me dijo: TU PUEDES VER A JESUCRISTO… Se cumplió poco tiempo después.
    UN ABRAZO AL CIELO Y.. GRACIAS POR TODO❤️.

    • Muchas gracias, estimada Isabel, por su comentario y añadidos correspondientes, sobre la figura del padre Casiano, en relación con mi trabajo titulado «CASIANO, EL COMPROMISO SOCIAL DE UN HOMBRE CULTO Y BUENO», que aparece en mi blog «CACEREÑEANDO».

      Y en el que deja constancia de una especial característica, tal como las que distinguían padre Casiano por la caminata de su vida y su identidad con Cáceres.

      Le reitero mi mayor gratitud. Un saludo cordial. Juan de la Cruz

  3. Aunque se fue cuando algunos teníamos poca edad, fuimos conscientes de su magia y del valor de su alma, y seguimos sintiéndolo muy cerca.
    Sus sobrin@s nunca lo dejaran de tener presente

    • Estimada Silvia: Muchas graciaS por tu comentario, como sobrina, en torno a la figura de Casiano, siempre inmensa y gigante; sin embargo, además, cordial, cercana y sencilla, y que llegó, en el Cáceres de Aquellos Tiempos, al alma y el sentir de una gran parte de los cacereños. Fue un hombre extraordinario, trabajador, cuajado de cultura y, como señalo en mi ensayo, de bondad, de preocupación por lo social, por el humanismo… Para él, pues, mi mejor recuerdo, tal como he intentado dejar constancia en mi trabajo. Un abrazo. Juan de la Cruz.

  4. Me parece increíble que una persona tan importante y tan meritoria de tanto saber y tanta cultura me diera a mi, clases de Literatura.Después de leer este gran relato comprendo el porque me resultaba tan sencillo entenderlo, esque este hombre leía el alma de las personas.Ayudaba mucho hablando.Le recuerdo con su bata blanca, pantalón de pana color miel, y sus palabras tan redichas.Y su mirada profunda, cercana y fría y distante a la vez.Le recordaré x mucho tiempo.

    • Muchas gracias por su comentario a la semblanza que he trazado alrededor de la figura de Casiano Suero López, un hombre todo bondad y entrega al paisanaje cacereño, y batallando de forma extraordinaria desde su cultura y generosidad. Y que dejó una huella muy honda en el Cáceres de Aquellos Tiempos. Un salud cordial.

  5. Maribel Suero López

    Juan, soy Maribel, hermana de Casiano. Muchas gracias por el escrito que has hecho sobre él. Creo que no has exagerado nada y hay muchas cosas más que él no quería que se supieran.
    Me llevaba 16 años y he disfrutado y aprendido de él desde que nací. Pienso que no pasa un solo día sin que le eche de menos. Gracias de nuevo. Un abrazo

    • Querida Maribel: Muchas gracias de todo corazón por tu comentario sobre mi artículo y semblanza alrededor de la figura de tu hermano Casiano. Le conocí, creo, bien, entre mi padre y él hubo bastante buena relación… Y creo que esta trayectoria, de una persona de señalado compromiso social, no es más que reflejar el sentido, profundo y entrañable, cordial y humano, vital y sensible, de una personalidad como la suya en el Cáceres de Aquellos Tiemposw. Por eso, porque fue un Cacereño Popular –y diría que ejemplar– en su entrega a todos, he desplegado esta trayectoria que, en mi modesta opinión, merece la pena recordar. Y, por supuesto, siempre para bien. Un gran abrazo.

  6. Juan muchas gracias por el homenaje a Casiano. Mi familia y yo tuvimos la suerte de disfrutarle mucho. Tenemos guardado un ‘saco’ de recuerdos y buenos momentos vividos con él, Loli y Juan Carlos. Siempre fue un ‘tipo’ GRANDE. Un saludo cordial

    • Estimado Enrique: Muchas gracias por su comentario a la semblanza y el perfil que he elaborado sobre la figura, siempre entrañable, de Casiano Suero. Fue una suerte conocerle, aprender de él, y saber cómo fomentó la máxima de su compromiso con colectivos del Cáceres de Aquellos Tiempos como los jóvenes, los marginados, y, más tarde, los alumnos. Fue un hombre vocacionalmente entregado a las gentes de Cáceres y creo, honradamente, que es un acto de justicia que la imagen de Casiano (una persona popular y conocida por todos) se inmortalice a través de la historia de Cáceres desde estas páginas de mi blog, CACERES, EL BLOG DE JUAN DE LA CRUZ. Un saludo cordial.

  7. Uno de los Reifarth

    Gracias Juan por este entrañable homenaje a Casiano. Mi familia y yo tuvimos la suerte de disfrutarle durante muchos años y guardamos con cariño su recuerdo así como los momentos compartidos con él, Loli y Juan Carlos. Siempre fue un ‘tipo’ GRANDE. Saludos

  8. Gracias por esta maravillosa entrada, con la que he terminado de descubrir al profesor que me adentró en el mundo de los clásicos.

    • Muchas gracias, estimado Javier, por su comentario a mi artículo «CASIANO, EL COMPROMISO SOCIAL DE UN HOMBRE CULTO Y BUENO», que aparece publicado en mi blog, «CACERES, EL BLOG DE JUAN DE LA CRUZ» y en el periódico digital extremeño «REGION DIGITAL». Casiano Suero era una persona de un señero compromiso social: Consigo mismo y con los demás. Lo que llevó a cabo, en el Cáceres de Aquellos Tiempos pletórico de esfuerzo y de trabajp, de amabilidad y de ilusión.

      Un saludo muy cordial. Juan de la Cruz

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