AVES EN EL CASCO HISTORICO-MONUMENTAL

El Casco Histórico-Monumental de Cáceres, además de casonas palaciegas, ermitas, iglesias, torres, espadañas, plazuelas, callejuelas, rincones, se encuentra, también, llenas de aves.

 

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Las cigüeñas invaden, con su belleza, el Casco Histórico-Monumental de Cáceres. Fotografía de Tomás González.

Aves en la Ciudad Medieval de Cáceres que no paran de trasegar y surcar en sus vuelos, entre los edificios y los cielos.

Cernícalos primilla o quicas, grajos, cigüeñas, aviones, golondrinas, vencejos, gorriones, chovas, roqueros negros, estorninos negros, de modo preferencial, sobrevuelan, con gran celeridad, por los aires de la Ciudad Medieval de Cáceres y donde encuentran su hábitat desde tiempos inveterados, generando y recreando una estampa que, asimismo, impregna de esencia el recinto intramuros cacereño, en lo que podríamos denominar como una señalada familiaridad de las mismas con el Casco Histórico-Monumental de Cáceres.

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El cernícalo primilla está considerado como una de las joyas de la avifauna en la Ciudad Medieval de Cáceres.

Con sus chi-chi-chi chillones de los cernícalos, que pertenecen a la familia de los halcones, con sus graznidos los grajos, con sus crotoreos las cigüeñas, con su chirriar o gorjeo de los aviones, con su trisar de las golondrinas, con los gritos o chirridos de los vencejos, con su gorjeo o trino de los gorriones. Y alguna otra especie con su canto, imprimiendo un tono de diversidad y de llamada de atención al encanto del Casco Histórico-Monumental. Aves, todas ellas, eso sí, de una señalada familiaridad y sociabilidad en sus trasiegos a caballo entre la ciudad y los  cielos cacereños.

En medio siempre, eso sí, de veloces vuelos, camino de sus apetencias. A caballo entre el condumio, propio o para las crías que aguardan en los nidos, o de esas evoluciones aladas que de siempre llaman la atención de propios y extraños.

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La Torre de Sande se convierte en uno de los enclaves por el que sobrevuelan señaladas bandadas de golondrinas, vencejos y aviones comunes.

Si bien las aves que allí anidan ya se encuentran, desde hace largas generaciones, incrustadas en aquel entorno en el que se encuentran asentadas.

En la Ciudad Medieval de Cáceres tales especies gozan de señaladas colonias y hábitats por unas características o connotaciones muy idóneas para desarrollar en el mismo su estancia. Si bien las cigüeñas, más viajeras, se encaminan en largos desplazamientos hasta otros lugares, fuera de la ciudad, a buscar comida para los cigoñines, mientras que el resto buscan y rebuscan en el área limitada de la ciudad. Aunque, por ejemplo los cernícalos, de los que en Cáceres existen unas trescientas parejas, también suelen llegarse ni más ni menos que hasta los Llanos de Cáceres en búsqueda de encontrar su tan ansiada alimentación.

Desplazamientos que, al parecer, según los expertos no llevan a cabo los cernícalos primilla, las golondrinas, los aviones, y que viven de lo que van cazando al vuelo, o rebuscando entre las oquedades de las piedras monumentales, en el entorno de las cercanías de sus nidificaciones.

Cigüeñas en Cáceres
La cigüeña blanca forma una parte histórica y entrañable de la ciudad de Cáceres.

Y mientras las cigüeñas construyen sus nidos en lo más alto de las edificaciones, desde otean, observan y parece que analizan la ciudad, regresando, por lo general, siempre por San Blas, haciendo bueno el dicho de que Por San Blas la cigüeña verás y si no la vieres año de nieves, tras buscar la calidez en Africa, mientras el resto de las aves prefieren las oquedades y los tejados de la zona.

Unas cigüeñas que pasan gran parte del tiempo cuidando de sus crías, buscándoles comida y «machacando el ajo» o «haciendo el gazpacho«, que no es otra cosa que triturar los alimentos para los cigoñines. Y es que no podemos olvidar que Cáceres, ya en su día, fue proclamada Capital Europea de la Cigüeña Blanca, mientras que la colonia de Cernícalos Primilla, el popularmente conocido como quica, está considerada como una de las más importantes de Europa, tratándose de un halcón con protección internacional.

Un enclave ornitológico-monumental que también atrae a numerosos visitantes a la ciudad de Cáceres.

Grajilla
Una grajilla abandonando, temporalmente, su nido en las paredes del Casco Histórico-Monumental de Cáceres.

Por su parte las grajillas, los aviones comunes, los vencejos y las golondrinas suelen volar, entre gritos y chillidos, en grandes bandadas, para regresar, de cuando en vez, a sus nidificaciones en oquedades entre los muros abiertos a lo largo de las torres de los palacios y paredes de los edificios del Casco Histórico-Monumental de Cáceres.

Y del grajo señalar, tirando del dicho popular, que cuando el grajo vuela bajo hace un frío del carajo, como bien saben y conocen, por propia experiencia todos los cacereños, cuando ya se percatan del vuelo rasante de los grajos y grajillas que disponen de una más que numerosa colonia en las oquedades de la Ciudad Medieval de Cáceres.

Grajillas en el museo de Cáceres por Ignacio Manuel Jimenez
Con esta fotografía, titulada GRAJILLAS EN EL MUSEO DE CACERES, el cacereño Ignacio Manuel Jiménez obtuvo el tercer premio del Concurso de Fotografía de Naturaleza en 2014 convocado por Ciudades Patrimonio de la Humanidad.

Y ya que hablamos de AVES EN EL CASCO HISTORICO-MONUMENTAL DE CACERES, como señala el titular del texto, dejemos constancia expresa, porque es de justicia reseñarlo, que el pasado año 2014 tuvo lugar el I Concurso de Fotografía convocado por el Grupo de Ciudades Patrimonio de Humanidad de España y por SEO/BirdLife para fomentar y conservar el Patrimonio Natural y la Biodiversidad en las ciudades históricas, ya que dicho Grupo de Ciudades Patrimonio muestra gran sensibilidad por la conservación de la biodiversidad de sus ciudades. Y que en el mismo el cacereño Ignacio Manuel Jiménez consiguió el tercer premio con su fotografía titulada GRAJILLAS EN EL MUSEO DE CACERES, con la instantánea que aparece a la izquierda y en la que se puede apreciar a un numeroso grupo de tan singular especie, tan familiar en Cáceres, merodeando, de forma incansable, alrededor del Palacio de las Veletas.

Un concurso con el objetivo de fomentar, reconocer, difundir y premiar la creatividad y originalidad en el arte de fotografiar las aves en sus hábitats urbanos históricos, con el que se trata de que el mismo sirva de vehículo para mostrar la riqueza del Patrimonio Natural y Cultural de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, y en especial la ornitológica, en relación con el patrimonio arquitectónico monumental.

Por su parte también es de señalar que en el Parque del Príncipe el viajero, el curioso, el lector, el paseante, puede deleitarse viendo y observando rabilargos, petirrojos, pico picapinos, papamoscas gris, currucas capirotadas y otras especies de gran abundancia y predominio en la ciudad de Cáceres. Todo un lujo y un paraíso ornitológico.

NOTA: La fotografía de las cigüeñas es obra de ese gran cacereño y cacereñeador que es Tomás González, la del cernícalo primilla es del periódico Extremadura. la de la Torre de Sande está sacada del blogspot caceresnatural y la última, la correspondiente a la grajilla, es del blog gordillo7.rssing.com

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AVES EN EL CASCO HISTÓRICO-MONUMENTAL DE CACERES by JUAN DE LA CRUZ GUTIÉRREZ GÓMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

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