En el fondo las estampas de la vida de una ciudad se van conformando e hilvanando, poco a poco, a través de Sensaciones, de Fotografias, de Vivencias, de Recuerdos, de Historia e historias, de Personajes, tanto célebres como populares, de Anécdotas, de Curiosidades diversas de todo índole y condición.
Arrancamos estas curiosidades con la Jura de Bandera llevada a cabo en Cáceres, el año 1915, en el Paseo de Cánovas, por parte de los reclutas del Batallón «Gravelinas«, con sus dependencias en el cuartel de Peña Redonda.
Tras la misa, oficiada por el Arcipreste, se procedió al acto formal de la Jura de Bandera, por parte de los reclutas del cupo de instrucción, que fue presidida por la plana mayor de autoridades y representantes de las corporaciones, en medio, como siempre, de una señalada emoción, entre militares familiares y público.
Durante el solemne acto sonaron los acordes de diversas marchas militares por parte de la Banda de Música de los Exploradores.
Posteriormente las autoridades se situaron frente al Asilo de los Pobres, en la Avenida de Armiñán, para presenciar el desfile de las tropas.
Ya por la tarde, y tras el canto del himno del Regimiento por parte de todos los componentes del Batallón hubo un rancho extraordinario que consistió en paella y bonito en escabeche, vino y postres variados. Asimismo numerosas señoras y señoritas que acudieron al Cuartel fueron obsequiadas en el cuarto de banderas con una variada muestra de pastas, dulces y licores «por la bizarra oficialidad del Batallón«.
La fotografía es obra de Pérez García.
En enero de 1917 el Batallón fue trasladado a Badajoz.
FRANCISCO DE SANDE, FUNDADOR DE NUEVA CACERES
Fue allá por el año 1575 cuando un cacereño, Francisco de Sande, (1540-1602), hijo de Pedro de Sande y de Francisca Picón, perteneciente a una familia hidalga, que estudiara Derecho Canónico en Salamanca y Sevilla, que fuera Alcalde del Crimen en la Audiencia, en México, y que llegara a ser Gobernador General y Capitán General de Filipinas, fundó la ciudad de Nueva Cáceres, en la región de Camarines, «codiciada por su abundancia de oro«.
Fundación en la que tuvo mucho que ver el capitán Pedro de Chávez, a quien algunos historiadores señalan como verdadero fundador de la misma y que le puso dicho nombre en honor de Francisco de Sande.
Francisco de Sande dejó constancia de conducir a los indios al «gremio de la santa Yglesia«. Y, en tan solo unos años, el Papa Clemente VIII ordenó erigir una catedral de señalada importancia.
El conquistador cacereño, que también fue Visitador de la Audiencia de Guatemala y Gobernador y Capitán General del Nuevo Reino de Granada, procedió a matrimoniar a los 56 años con la hidalga y rica heredera doña Ana de Mesa, de 27 años, y su patrimonio «en arrobas de oro y esmeraldas podía haber tenido un equivalente de unos 60.000 ducados de oro«.
Fue distinguido con la Cruz y el Hábito de la Orden de Santiago.
El año 1919, tras la caída del Imperio español, la mayor parte de Nueva Cáceres pasó a pertenecer al municipio de Naga.
En dicha ciudad se creó en el año 1948 la University of Nueva Cáceres, la Universidad de Nueva Cáceres, tal como se puede apreciar tanto en la entrada al recinto académico como en el sello distintivo del centro. El lema de la Universidad es «No Scholae sed vitae» («No es de la Escuela, si no de la Vida«).
Naga cuenta, hoy, con cerca de doscientos mil habitantes, tiene una Plaza denominada Nueva Cáceres con un monumento, también conocido como el monumento Oragon, para conmemorar la historia de la ciudad. El mismo representa Nueva Cáceres durante el período español y el día conmemorativo de la fundación anual de Nueva Cáceres se lleva a cabo en el señalado lugar.
Naga goza de un clima tropical, es un importante centro comercial, allí se celebra una gran peregrinación mariana en el ámbito filipino, como es la de la Virgen de la Peña de Francia, está declarada una de las Siete Ciudades de Oro del Sol, tiene una gran catedral, de San Juan Evangelista, se habla tagalo, inglés y español, y dispone de sugestivos enclaves naturales, como pueden ser el Monte Isarog, Parque Nacional, o el Panicuason Hot Springs Resort, en la selva central.
Allí, pues, en Naga, en Filipinas, tanto tiempo después, continúa perdurando el nombre de Cáceres. En este caso de Nueva Cáceres.
CURIOSO MAPA TURISTICO DE CACERES, 1963
Un campo amplio y variado de estampas que ya van quedando atrás, en las páginas del paso del tiempo. Como es caso de aquel Plano de la ciudad de Cáceres, del año 1963, con el que muchos turistas y visitantes de la ciudad Cáceres, que a buen seguro se asombraban del hechizo, los encantos y atractivos de la ciudad, solían llevar en la mano un plano de la ciudad cuyo eje viario más referencial venía a ser el que se ofrece en la fotografía.
Y en el que se destacaban una parte de monumentos de la Ciudad Medieval, como la Iglesia de San Mateo, el Adarve, el Arco de la Estrella, la Concatedral de Santa María, y la Casa del Sol, y otros, otros, así como la situación de la estación de ferrocarril, la Avenida de España, el campo de deportes, tal como se cita en la misma, la plaza de toros, y, como no podía ser menos, la imagen, siempre bella, siempre hermosa, siempre alzada hacia el cielo, de la Virgen de la Montaña.
Unos tiempos en los que el turismo, tras muchos esfuerzos por parte de ilustres cacereños, muchos emprendedores y muchos ciudadanos anónimos, comenzaba a adentrarse con cierta fuerza por y hacia los caminos de Cáceres.
Visitantes que, al adentrarse por la ciudad, conocían, también, otros encantos, como sus viandas, jamones, quesos, chorizos, patateras, dulces como las perrunillas, por ejemplo, sus afamados vinos, como los de Montánchez o Cañamero, su sabroso tapeo con una prueba de cerdo al medio, por ejemplo allá donde Severo, El Pato, Amador, o La Marina, pegando la hebra, su sugerente cocina, como la que salía a las mesas del Figón de Eustaquio, entre frites extremeños, tencas o sopas de tomate, ricos quesos como los de la Torta del Casar, deliciosos dulces, como las perrunillas, los que llegaban desde el otro lado del torno del Convento de San Pablo o las bambas de la Paslería Isa, allá, en aquel rincón de los soportales de la Plaza, o la belleza tradicional de la artesanía entre la diversidad de la alfarería arroyana o los cobres guadalupanos…
Todo ello, claro es, acompañado por un Plano de la ciudad tan curioso como el de la fotografía.
SOLDADOS DEL REGIMIENTO SEGOVIA 75 EN CACERES
Curiosidades diversas que forman parte que de uno u otro modo forman parte, claro es, de la propia historia de Cáceres y que se almacenan en el campo de las tipologías, de las investigaciones, de lo sorprendente y lo llamativo, del propio álbum de la historia cuando se van pasando las páginas de la vida y la palabra Cáceres va llenando y llenando y llenando nuestras emociones. Como puede ser, por ejemplo, esta curiosa fotografía del Regimiento de Infantería Segovia número 47, que fue creado en Cáceres el año 1919, y que registró dicha denominación hasta el año 1931, que pasó a denominarse Regimiento de Infantería número 21. La instantánea está captada por el fotógrafo cacereño Javier, que tenía su tienda, su laboratorio, su escaparate, sus cámaras y sus carretes en el número 12 de la calle Alfonso XIII. O sea, Pintores, de siempre, para no engañarnos. Una foto pues, creemos, como un verdadero testimonio de la historia documental de aquel entonces dentro del panorama de la propia historia de Cáceres.
SELLO DE CACERES DESCATALOGADO
Entre ese puñado de curiosidades también podríamos destacar este sello sobre el Ayuntamiento de Cáceres, por el valor de una peseta, y que se encuentra, hasta donde hemos podido averiguar, descatalogado.
Pero que según todas las apreciaciones, por parte de algunos expertos en filatelia, podría tratarse de una joya, considerando alguno de los mismos que la descatalogación del sello puede deberse, con bastante probabilidad, a la escasa tirada, y, por tanto a la rareza de dicho ejemplar, que debe de figurar, tan solo en colecciones de señalado relieve, propio de coleccionistas de señalada consideración histórica y que han ido consiguiendo poco a poco, con el transcurso del tiempo, una serie de colecciones de muy alto valor, por la propia rareza de los sellos, sus escasas tiradas en ocasiones, sus originales estampaciones, y la propia acogida e interés de los mercados filatélicos.
Un sello, pues, curioso y que, al mismo tiempo, pasa a formar parte de la historia de las Curiosidades que se conforman alrededor de las páginas en el gigantesco libro, a su vez, de la Historia de Cáceres.
SELLO DEL GOBIERNO POLÍTICO DE LA PROVINCIA DE CACERES
Por ejemplo, el mismo sello que aparece a la izquierda, original ni más ni menos que del año 1823, cuando se produce la división provincial y cuando lo que históricamente se conformaba como la provincia de Extremadura pasa a constituirse en dos provincias, Cáceres y Badajoz. Como consecuencia se edita este curioso sello en el que se lee GOBIERNO POLÍTICO DE LA PROVINCIA DE CACERES, con todas las curiosas connotaciones que emana del mismo en el transcurso de la propia dinámica historia de la provincia. Si bien es de señalar que el mismo sustituye, lógicamente al anterior sello de la provincia y en el que se puede leer GOBIERNO POLÍTICO DE LA PROVINCIA DE EXTREMADURA.
Un documento de un más que señalado interés histórico en el desarrollo geográfico, histórico y político de la propia región. Y es que Extremadura fue una provincia de la Corona de Castilla que se creó el año 1371 en Las Cortes de Toro.
Si bien fue reconocida como región administrativa denominada provincia de Extremadura en Las Cortes de Segovia del año 1390.
Datos pues, por tanto, para la historia documental de la provincia y de la ciudad y que recogemos en este variopinto programa de Curiosidades alrededor de la villa y de la capital cacereña.
HISTORIA DE UN CUADRO COSTUMBRISTA (1872)
Como curiosa y llamativa es, desde nuestro punto de vista, esta litografía, de las más antiguas, que titulada Provincia de Cáceres aparece en la primera edición del libro «Las mujeres españolas, portuguesas y americanas«, en su primera edición, 1872-1876, en una litografía hecha al cromo y, como se puede apreciar, catalogada como de una gran belleza costumbrista.
Y que recoge, con la visión propia del autor, las características de la vestimenta tradicional femenina de la provincia ya en aquella época, en una imagen de señalada originalidad.
Un dibujo, unas prendas y unos colores para los que el dibujante se informó y orientó en base a los más cualificados expertos en la indumentaria típica, tradicional y costumbrista de la provincia de Cáceres, como para figurar en el conjunto de las litografías que se destacan en la publicación, y que tuvo una gran divulgación en su época.
Por lo que el nombre de la provincia de Cáceres, se promocionó bastante, de acuerdo con las características de la época.
Ya que estamos hablando, ni más ni menos, que de unas fechas que se corresponden entre los años 1872 y 1876. Una imagen, entonces, novedosa dentro del panorama de las publicaciones y que se encontraban con señaladas dificultades de tirada y, por tanto, de expansión y distribución.
UN HITO DE CACERES
Entre esas curiosidades, de la historia, también se encuentran estos hitos o mojones que un día se construyeron para señalar las demarcaciones de los caminos y que el viento de la historia y del paso del tiempo fue derribando poco a poco, casi en volandas, casi como un soplo… Y casi casi, si me apurais, sin que nos fuéramos dando cuenta. Aquí teneis, pues, de esos hitos o mojones, popularmente conocidos como postes, que existían en nuestras carreteras, como el de la fotografía, y en la que destaca, claro es, faltaría más, el nombre de Cáceres?
El hito es un poste de piedra o cualquier señal clavada en el suelo que sirve para marcar el límite de un territorio o de una propiedad, o para indicar las distancias o la dirección en un camino. Y estos hitos también forman parte de la historia de los senderos y de los marchamos de Cáceres en esas rutas de la modernidad de los tiempos y que todo lo van devorando con el paso paulatino de los días. Casi, prácticamente, sin que nos demos cuenta en el avanzar y el transcurrir de la vida. ¡Cómo van cambiando los paisajes humanos y los físicos, también, con el paso del tiempo…!
PAQUETE DE TABACO «CACERES», DE LA FABRICA «LA HONRADEZ», DE CUBA»
Pero la historia de una ciudad, como es la de Cáceres, se conforma, como sabeis de muchos componentes. Entre ellos el de las curiosidades y que se componen de una larga serie de aspectos, dignos de figurar en las páginas documentales de la historia de Cáceres.
Por ejemplo. Una de las primeras fábricas de cigarrillos de La Habana, Cuba, se llamaba La Honradez, fundada por Luis Susini, en el año 1853. Y era tal la competencia, que se inventaron, tanto en los paquetes de cigarrillos como en las cajas, verdaderas obras de arte en el coleccionismo. Hasta el extremo de que la fábrica de tabaco La Honradez, de Luis Lusini, en aquel entonces, llegó a contar con su propio taller de tipografía, litografía y hasta grabado electromagnético.
Una de las colecciones más ambicionadas de la época por los seguidores de las mismas, que eran miles y miles de personas, fue la dedicada a «Escudos de Las Provincias de España«. En la denominación pone Escudo de Cáceres-Marquilla (Paquete) de Tabaco Fábrica la Honradez, de Cuba. Asimismo se añade que es la marquilla cigarrera o paquete de tabaco
En el anverso de la correspondiente a Cáceres que hoy os ofrezco figura el escudo de la ciudad. El reverso se limita a poner «La colección se compone de las provincias siguientes«. Y figura, claro es, la relación de todas las provincias españolas.
Es de destacar en este escudo, que lo que tiene de erróneo el escudo son las águilas sobre el león y qie, al parecer nunca existieron. Sin embargo el que los cuarteles estén cambiados se debe a a la disposición que tenía en el primer escudo de la villa de Cáceres y que, posteriormente, fue cambiado debido a la mayor influencia de los partidarios de Castilla sobre los de León en el Concejo de la villa.
No debemos dejar atrás que la reconquista de Cáceres fue conseguida por el rey Alfonso IX, que fue, precisamente, quien dió los Fueros a la Villa y que en 1477 juró guardar la reina Isabel la Católica.
Señalemos, como curiosidad, que este primer escudo fue eliminado de todos sus emplazamientos, aunque, al olvidarse de uno, que aún permanece en lo que es la fachada de la Enfermería de San Antonio, queda como hecho de caracter histórico-simbólico.
PRIMER BOLETIN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE CACERES (1935)
En ese ámbito de las curiosidades y particularidades, con las que también se va diseñando el día a día de la ciudad de Cáceres, figura el de la aparición del Primer Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres.
En la imagen de la izquierda podeis apreciar el Número 1 de dicho Boletín y que se publica, nada más y nada menos, que el viernes, 2 de enero del año 1935. El mismo, como podreis leer, está repleto de curiosidades, costaba cinco cuartos, se publicaba los lunes y viernes por la tarde de cada semana, según se especifica, y se conforma, en su cabecera con un sello del Reinado de Isabel II, que reinó entre 1833 y 1868,y que fue conocida como la Reina de los Tristes Destinos y la Reina Castiza.
SOBRINOS DE GABINO DIEZ
Y asi se anunciaba ya, en aquellos lejanos 
años de 1910, en el periódico El Norte de Extremadura, órgano del Partido Liberal Democrático, una de las empresas de mayor empuje y vitalidad y más emblemática en el Cáceres de Aquellos Tiempos, y, a la vez, una empresa de una gran vitalidad y consistencia con el paso de los años, aguantando estoicamente en base a la profesionalidad y bien hacer que de siempre distinguió a sus propiatetarios. Una muy conocida familia de Cáceres.
La empresa: Sobrinos de Gabino Diez Huerta, instalada en la calle Cortes, 4, esquina, tal como se señala en el anunciado referenciado, a la calle Alfonso XIII. Lo que hoy es a fin de cuenta la calle Pintores,
Un lugar siempre mágico, hechizante, atractivo y sugerente incardinado en el verdadero centro comercial de Cáceres.
COROS Y DANZAS DE LA SECCION FEMENINA
En «Aquellos Tiempos», hacia principios de los años sesenta, se lanzó una colección de postales de tipología folklórica, de tirada nacional.
La correspondiente a Cáceres es la de color. Y en ella se puede ver a Pepi Suárez, directora de aquel gran grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina, que llevó a cabo una extraordinaria labor, junto a un numeroso grupo de cacereños y cacereñas afanados en divulgar las canciones y bailes típicos de la provincia: El Redoble, jota dieciochesca cacereña, La Jota del Candil (de Alcuéscar), Los Sones de Montehermoso, Los Pajarillos, La Jota de Guadalupe, la Jota Cuadrada (de Monroy), La Carta, El Perantón, la Jerteña, El Riani si si si y otras manifestaciones y exponentes de la dinámica costumbrista.
Un grupo de señalados componentes: Leocadio Bernáldez, Ana María Sevilla, Concepción Ciborro, Gabriel y Fito Romero, Fernando Mateos, Mamen Bordallo, Luis Arroyo, Luis Miguel Luengo Solís, Francisco Romero, Juan Palomino, Luis y José María Luengo, primos del anterior, y otras y otros.
Aquel Grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina de Cáceres viajó durante unas semanas por México, grabó un L.P. en Hispavox y cerraba los Festivales Folklóricos Hispanoamericano-Luso-Filipinos, en medio de un fervor de palmas acompañando el estribillo. en lo que llegó a ser un emblema de Aquel Cáceres con sabor a jotas, a cumbias, a folías, a merengues, a fandangos, a corridinhos, a jarabes tapatíos, a muñeiras, a aurreskus, al pericón argentino, la refalosa chilena o el tinikling filipino con los pies incrustados entre el sonar de cañas…
El bailarín acompañante de Pepi Suárez hasta donde me llega el recuerdo y las indagaciones es, casi con toda probabilidad, Daniel, un chico que estudió en el Colegio de San Francisco.
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