DE LA SOLDADESCA CACEREÑA (1910-1935)

Javier García Téllez fue un cacereño ejemplar y que nos legó para la posteridad de historia de la ciudad todo un impresionante álbum fotográfico con todo de muestras, de manifestaciones y de acontecimientos.

Javier García Téllez, Javier, siempre, para todos, colaboró en una gran diversidad de medios fotográficos y plasmó, en definitiva, la verdadera esencia de la ciudad a través de una serie de los más sorprendentes testimonios, fruto de un ímprobo trabajo, de una señalada creatividad y de una manifiesto e intenso trabajo.

Y también, curiosamente, de la soldadesca que sirvió en diversos Regimientos de guarnición en la capital cacereña. Una institución que siempre gozó de señalado prestigio y relevancia en Cáceres, por su unión y estrechamiento de lazos con la sociedad civil.

Aquí tenemos cuatro ejemplos: Un soldado del Regimiento Segovia 75, que sirvió en la capital cacereña entre los años 1919 hasta 1930, y que luchó denodada y muy ejemplarmente en las posiciones españolas de la Guerra de Africa, un grupo de soldados pertenecientes al Regimiento de Zapadores de Montaña, en fotográfia captada a lo largo del año 1924, un soldado del Regimiento de Infantería durante los tiempos de la II República, entre 1931 y 1936, y la imagen de un soldado carlista.

 Javier García Téllez, el prestigioso fotógrafo y artista cacereño nació en la localidad de Gata, en el año 1888, se inició en el dibujo, se formó en la fotografía en Cáceres y Madrid y abrió Estudio, Laboratorio y Taller en la calle Pintores, también denominada, en otros tiempos, calle Alfonso XIII, calle Pablo Iglesias y calle Generalísimo Franco.

Pronto comenzó a dominar las más variadas y diversas técnicas del panorama de la fotografía y sus continuas evoluciones.

Ya en el año 1929 obtuvo ni más ni menos que la Medalla de Oro en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, con una amplia muestra de fotografías sobre la Ciudad Antigua de Cáceres. dominaba la técnica de la fotografía y de la sensibilidad popular en todas las manifestaciones.

Javier García Téllez, inquieto por el panorama de los más jóvenes cacereños fue, también concejal del Ayuntamiento de Cáceres y fundador y presidente de la Escuela Elemental de Trabajo. Y su nombre figura en la historia de Cáceres.

El mismo se distinguió, además, por una muy intensa actividad, que de siempre fue muy alabada por el todo Cáceres, que veían en su figura, es sus estudios, en sus fotografías todo un arte.

Y que fue creciendo, poco a poco, con esa intensidad que ocupaba todas las parcelas, intentando divulgar, al máximo, el nombre de Cáceres a través de la fotografía. Lo que consiguió con creces. Y lo que, de siempre, le reconoció el pueblo cacereño con su reconocimiento.

Una labor de gran dimensión en la que se dejó, como me contaba su hijo y gran amigo, Valentín Javier, muchas horas que robaba, paulatinamente, a la familia y al sueño.

Y todo, me insistía siempre el querido Valentín, por la imagen y la sensibilidad de la ciudad de Cáceres.

Desde esa perspectiva Javier fue, siempre, sencillamente, Javier.

Se trata, pues, por tanto, de todo un personaje que dejó una honda huella, sembrando mucho, y que hoy figura, por derecho propio, también desde su bonhomía, en las páginas del libro de oro de la ciudad de Cáceres.

De tal forma es así que inclusive un Instituto de Educación Secundaria de la ciudad se honra con su nombre.

Hoy, pues, sencillamente, va por él. Por el gran Javier García Téllez, y por todo cuanto fue capaz de dejarnos en base a un empeño sin límites y a una maestría y elegancia profesional digna del mayor de los elogios.

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