II FESTIVAL FOLKLORICO HISPANOAMERICANO, LUSO-FILIPINO

En junio del año 1959 la ciudad de Cáceres se volvió a llenar de la magia, el hechizo y el encanto de las danzas y canciones de numerosos países, gracias a la celebración del II Festival de Folklore Hispanoamericano-Luso Filipino.

Un Certamen cuajado de belleza, de sabor, de ritmo, de alegría, de color, de sabor, de belleza a raudales, y que enriquecía, sobremanera, las callejuelas y plazoletas de todo Cáceres. Y, sobre todo, claro es, aquellas noches inmensas en el gigantesco escenario montado en la Plaza de Toros, con un Festival Hispanoamericano, Luso-Filipino, de extraordinaria riqueza folklórica, que generó, a lo largo de todos los años en que tuvo lugar el mismo, en medio de muchos ríos y torrentes de canciones y de danzas conformadas, a través del paso de los tiempos y en sus orígenes respectivos, en el espíritu popular y típico más festivo y variopinto de tan diferentes lugares de la geografía española, hispanoamericana, portuguesa y filipina.
En base, según el espíritu del Festival Folklórico que se desarrollaba en la capital de Cáceres, , a aquellos vínculos históricos que, en su día tanto y tanto unieron a tan amplia geografía histórica, como la que se deja constancia en la propia denominación del Certamen Folklórico que durante quince años se celebró en la ciudad de Cáceres, Alma, entonces, Cotazón y Vida del Folklore Hispanoamericano, Luso y Filipino, que llevaban todos los rincones de la ciudad con las esencias mágicas de sus canciones y de sus danzas.
 
Ballet Folklórico Gallego Rey do Viana.
Ballet Folklórico Gallego Rey do Viana.

En el Segundo Certamen Folklórico celebrado en el año 1959, participaron en el Festival Hispanoamericano, Luso-Filipino, de la ciudad de Cáceres, entre otros, los grupos folklóricos «Far Eastern University«, de Filipinas, el Ballet Gallego de Rey do Viana,  los Grupos de Coros y Danzas de la Sección Femenina de Badajoz y también de Valladolid, Agrupaciones Folklóricas Universitarias de Panamá, México, Chile, Perú y Haiti, los Coros y Danzas de Educación y Descanso de Plasencia, que un buen día fundara el eminente folklorista placentino Manuel García Matos, catedrático de Folklore en el Conservatorio de Madrid y autor de numerosas investigaciones folklóricas y publicaciones periodísticas y discográficas,  con los que nuestro paisano obtuvo los más señalados logros por su destacado, exhaustivo y riguroso trabajo que empezó desde muy joven en medio de señalados esfuerzos.

Es de dejar constancia en este pequeño resumen de los II Festivales Folklóricos Hispanoamericano, Luso-Filipinos, de Cáceres, que también participaron en el mismo, con sus danzas y canciones, otras agrupaciones como fueron, por ejemplo, el Ballet Nacional de Danza Argentina, al que vemos bailando, en la fotografía de la izquierda un pericón argentino, el grupo «Princesa Guayarmina«, de Gran Canaria o los Coros y Danzas de la Sección Femenina de Málaga.

Y, también, otros, con sus hermosos, variados y muy ricos repertorios, que causaban asombro y entusiasmo entre todos los espectadores cacereños que seguían, con el mayor interés, las evoluciones de los diferentes grupos folklóricos con la diversidad y amenidad de todas y cada una de sus interpretaciones.

Como, por ejemplo, aquel precioso y rítmico «Tamborito Panameño» cuyo estribillo, que se repetía constantemente por toda la ciudad, decía:
Panameña, panameña,
panameña, vida mía,
yo quiero que tú me lleves 
al tambor de la alegría. 
Y allá que desfilaban los acordes y los sones de las bandurrias, de las arpas, de los panderos, de las gaitas, de las guitarras, de los acordeones, de las flautas, de las trompetas, de los tamboriles, de las castañuelas, las malagueñas, los fandangos, las cuecas, las isas y folías, los jarabes tapatíos, el tinikling filipino, la cumbia…
El primer premio del Festival Folklórico, que concedió el jurado del Certamen, en medio de una extraordinaria expectación de todo el público, que siguió las cuatro sesiones, celebradas en el gigantesco escenario de la Plaza de Toros, para el grupo filipino «Far Eastern University«, y que causó una verdadera y profunda admiración por parte de todos por el exotismo y la dinámica de sus danzas. 
Cáceres se convirtió, una vez más, en una inmensa fiesta a la que ponía fin la interpretación de la jota dieciochesca «El Redoble«, con la actuación del grupo de los Coros y Danzas de la Sección Femenina, coreado por todos los espectadores, que abarrotaban la plaza, y con las palmadas en ese estribillo tan peculiar que canta:
 
Redoble, redoble, vuelve a redoblar,
con ese redoble me vas a matar,
me vas a matar, me voy a morir,
con ese redoble vuelvo a repetir.
Y mientras tanto, por todo aquel escenario, cuajado de esencia y sensibilidad folklórica de cuatro o cinco días, lo mismo que por la arena del coso desfilaba toda una inmensa serpiente multicolor con la presencia de todos los participantes bailando con las manos entrelazadas entre unos y otros.
 
Aquí teneis el precioso cartel anunciador de ese II Festival Folklórico Hospanoamericano, Luso-Filipino celebrado en Cáceres en el ya lejano año de 1959. Un Certamen que en todas sus ediciones generó un señalado y manifiesto prestigio en la ciudad cacereña.
¡Qué preciosidad y qué hermosura de Festivales Folklóricos en Cáceres, ciudad que, a raíz de la celebración de dicho Certamen, fue nombrada y proclamada como Plaza Mayor de la Hispanidad…!. Unos Festivales, cabe recordar, organizados por el Instituto de Cultura Hispánica, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, y que un día lamentablemente, tras fusionarse dentro de los Festivales de España, ya bien avanzados los años sesenta del pasado siglo, comenzaron a perder su identidad y originalidad, hasta su desaparición total en un gestó que dolió y mucho, en el alma, a todo Cáceres, que, de esa manera, siempre por el marchamo de las decisiones políticas, perdía una Fiesta tan entrañable como extraordinaria como la que supusieron los Festivales Folklóricos Hispanoamericanos. Luso-Filipinos…!
Aquel día de la desaparición de los Festivales Folklóricos Hispanoamericanos, Luso-Filipinos, según se llegó a relatar, corrieron ríos de lágrimas que nacían en lo más hondo de los  sentimientos de todo Cáceres, porque, por esas circunstancias de la vida política, se le había arrebatado a nuestra ciudad uno más de su inmenso y muy preciado patrimonio.

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II FESTIVAL FOLKLORICO HISPANOAMERICANO. LUSO-FILIPINO by JUAN DE LA CRUZ GUTIERREZ GOMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

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