Jacinto García Alonso un cacereño enamorado de la ciudad. Un cacereño y un cacereñista que trabajó de forma apasionada por la ciudad. Hombre entrañable, cordial, ameno, cercano. Conocido de todos los cacereños. Aquí os dejo mi artículo «LA CALLE DE JACINTO», que hoy, 28 de octubre, aparece publicado en el periódico regional extremeño «Hoy».
Decir en el Cáceres de Aquellos Tiempos y hasta hace poco Jacinto (García Alonso), es referirse a una persona comprometida con un apasionado cacereñismo.
Meses atrás un activo concejal de Cáceres conectó con un servidor tratando de la posibilidad de incorporar nombres de mujeres al callejero cacereño. Eché mano de mis apuntes y de mi blog. Y, entre otros, salieron los de Mencía de los Nidos y Antoñita Fernández.
Tirando del hilo en la pequeña capital de provincia me encuentro un comentario cariñoso, como siempre, de Jacinto. Una persona dinámica, abrazado a las calles cacereñas, emprendedor, al frente de la pastelería “La Salmantina”, la cafetería “Neguri”, “modas Dely”…
En sus tiempos jóvenes colaboró con Juan Margallo, Premio Nacional de Teatro, participó con el grupo teatral “El Retazu”, fundó con otros jóvenes la Cofradía de los Estudiantes, colaboró con la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura, escribía en la soledad del silencio, llevó la tarta denominada Sopa de Reina a lo más alto de la repostería cacereña, y pasear con él unos metros, allá por la calle Pintores, era un no parar de adioses.
Afectivo, humano, trabajador infatigable, volcado en sus afanes de innovar en el ámbito de la alimentación y de la pastelería, se dejaba llevar en el tránsito del cacereñeo. Y cuanto se proponía lo sacaba adelante.
Los cacereños nunca olvidaremos su amabilidad, su defensa del cacereñismo, su presencia por todos lados, su bien hacer. Tanto en el trato humano como empresarial.
Saboreaba con pasión la esencia de Cáceres. Y, como buen cacereño dejaba por el camino esa trayectoria y sentido popular que entonces nos hacía más humanos, ahora que imperan tantos cambios generacionales y educativos
Hoy, pues, va por Jacinto, fallecido el pasado año, con la solicitud del articulista para que su nombre se incruste en el callejero cacereño, por méritos propios, antes que los recuerdos se vayan quedando atrás.
Otros, ahora, son los que tienen la palabra.
Gracias Juan por tan cariñoso y emotivo artículo «La calle de Jacinto» y pedir con ello el reconocimiento de su trayectoria como
.Empresario cacereño y de todo aquello fuera de su profesión , sus aficiones , su afán de innovar, su colaboración en
todo aquello que se necesitaba… yo, su esposa me siento orgullosa de este reconocimiento y como Cacereña, ver su nombre en nuestro callejero.
Un abrazo
Muchas gracias, querida Dely, por tus palabras sobre mi artículo titulado «LA CALLE DE JACINTO». Sin duda, tal como dejo constancia, la trayectoria de Jacinto, una persona de exquisita calidad humana, se merece que su nombre y apellidos se incorporen al callejero de la ciudad cacereña, donde dejó numerosas y constantes pruebas de su hondura, de su personalidad. de su sensibilidad, de su trabajo por Cáceres.
Esperemos y deseamos que los concejales del Ayuntamiento recojan esta iniciativa pronto, lo más pronto posible, y tengamos el honor de encontrarnos con el rótulo de «Calle Jacinto García Alonso».
Un gran abrazo. Juan de la Cruz
Una iniciativa muy humana y que dice mucho en favor de la sensibilidad de Juan de la Cruz…..y además una iniciativa muy justa
Muchas gracias, querido Angel, por tu comentario a mi propuesta de colocar el nombre de Jacinto García Alonso a una calle de Cáceres, en honor de un cacereño y cacereñista convencido. Muy querido por todos, muy humano, muy cercano, solidario, siempre, con Cáceres y los cacereños, seguiremos insistiendo en el deseo y la esperanza de que el Callejero de la ciudad, recuerde, siempre, a Jacinto García Alonso.
Un abrazo. Juan de la Cruz
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Muchas gracias, querido amigo Manuel, por tus palabras y comentario a mi trabajo titulado «LA CALLE DE JACINTO», que aparece publicado en el periódico regional extremeño «HOY». Y que pone de manifiesto la gran identidad de tantos y tantos cacereños con la imagen y el trabajo, la bonhomía y la sensibilidad de una persona de tan extraordinario calibre humano y cacereñista como el de Jacinto García Alonso.
Esperemos, pues, que este trabajo solidario, de solicitar que una calle cacereña lleve el nombre de Jacinto prospere. Y lo antes posible.
Mi mayor gratitud, al tiempo, por tu cariño y el elogio a mis artículos y ensayos.
Un fuerte abrazo. Juan de la Cruz
Comparto con Juan de la Cruz su iniciativa de sugerir que una calle de Cáceres lleve el nombre de Jacinto García Alonso, cacereño de pro y una de las personas mas populares , empalases y enamorada de este ciudad, por la que trabajó incansablemente.
Gracias amigo Juan de la Cruz por tus trabajos y artículos, así como por tu buen hacer profesional.
Un abrazo.
Cáceres y los cacereños tienen que estar orgullosos de este cronista y escritor. Es un placer leer estos artículos que nos retrotraen a una ciudad mágica sin masificación, donde la gente se conocía, se saludaba e incluso se ayudaba. Lo dicho, un placer y un orgullo tenerle entre nosotros.
Muchas gracias, querido Rafa, por este comentario tan preciso sobre el Cáceres de Aquellos Tiempos y en el que, prácticamente, nos conocíamos todos en aquella pequeña capital de provincia.
Lo que representaba una sensación de convivencia y de amistad, de conocimientos y de saludos, verdaderamente entrañable, cercano y próximo.
Pero déjame que te diga que, hoy, va por el gran Jacinto (García Alonso), todo corazón. Y un cacereño ejemplar.
Un gran abrazo.
Gracias mi buen amigo por el detalle que has tenido conmigo, pues mi madre ya ha aparecido en su calle cerca del parque del Príncipe. Desde el cielo ella te lo ha agradecido. Siempre tu persona estará con ella y conmigo.
Sigue escribiendo yo te leo y te digo mi amigo.
Muchas gracias, querido Juanonio, por tu comentario a mi artículo titulado «LA CALLE DE JACINTO», un personaje verdaderamente entrañable, cacereñista cien por cien, y, siempre, luchando por la mejor proyección de Cáceres.
Y del nombre de la calle a tu madre, nuestra querida Antoñita, que nos asistió a tantos y tantos cacereños a la hora de llegar a este mundo, ¡qué quieres que te diga…! Siempre tan entrañable, siempre tan cordial, siempre tan amable, y que ya, afortunadamente, goza de un merecido reconocimiento como supone el de prestar su nombre y apellidos al callejero cacereño.
Un gran abrazo.