Me lleno de luz de Cáceres en la tarde, me lleno de tarde en la luz de Cáceres, me lleno de Cáceres en y con su luz… «La luz de Cáceres» es el título de mi artículo que aparece hoy, 16 de marzo de 2021, en el periódico regional extremeño «Hoy».
Me lleno de luz de Cáceres, me lleno de Cáceres con su luz…
Siempre inmensa, intensa, en un amplio abanico de tonalidades. Todas ellas, hermosas. Siempre caminando contigo Cáceres, entre bellas luces de eternidad. Las que mamé allá en la casa de Margallo, en la niñez escolar, trasegando por los recovecos de la ciudad, de mis padres, cuando bachiller, en la calma del amanecer, en el sosiego cuando los pasos transcienden por el atardecer, en los paseos, de puntillas, por sus noches de poemas empedernidos, cuando el alma se serena, como decía Antonio Gala, y, añado, se radiografía, sublime, la luz Cáceres.
¡Qué poema, el de la plenitud de la luz de Cáceres…!
Me lleno de Cáceres, como siempre, en esta tarde, abrazándose al trasluz de la primavera. Un haz de tonalidades amarillentas, azules, naranjas, malvas, grises, oscuras, blanquecinas, que se dan cita una y otra vez con ese pálpito de quien encuentra la vida como fuente de luz de Cáceres, de quien camina con la luz de Cáceres, de quien marcha hacia la genuina luz de Cáceres… En cualquier lugar, a cualquier hora, en uno y otro rincón, en las cuatro estaciones, por sus caminos y surcos… Una luz hechizante y fascinante…
Uno se enamora de la luz de Cáceres como una estampa sagrada de vida. Una luz abierta a todos, infinita y diversa, variopinta, siempre hermosa de toda hermosura, como los campos, los horizontes, los paisajes, los cielos, los sueños…
Cáceres es Luz; mejor, con mayúsculas. Genuina, plenamente cacereña, más bella que la belleza, expandiéndose hacia todos los confines en esa Ruta de la Luz de Cáceres…
¡Qué brillo el de tu luz, Cáceres…! en el esplendor de las esencias apasionadas de la ciudad, siempre sagrada en el alma de este cantor en la serenata de tu luz.
¡Cuán bella ilumina tu luz en la estampa eterna de Cáceres…!
DEDICATORIA: A mi madre, Dorita, una brillante y hermosa luz, que llevaba grabado ese perfume y aroma que surge de la luz de Cáceres, tal cual nos enseñaba a sus hijos a amar a Cáceres en sus hechizos y encantos. En esta tarde, va por tí, con todo el cariño, abrazándome junto a tu lado, a tu luz y a la luz, infinita, de Cáceres, cuando le decías a aquel chiquillo sentado en tus rodillas:
— ¡Mira, Juanito, que preciosidad emana, siempre, de la luz, radiante, de Cáceres…
Y es que, sencillamente, añado, la Luz de Cáceres brilla, de modo inmensamente radiante a cualquier hora, como la que se plasma en estas fotografías tomadas el día 18 de marzo de 2021, a las 12,30 de la mañana.