A LA PUERTA DE SU CASA EN GUIJO DE GALISTEO, AÑOS 50

Paso revista al tiempo. Y en el paso y repaso me encuentro en mi archivo fotográfico con una imagen que me ha traslado a Aquellos Años. Se trata de una imagen, captada por un fotógrafo, en los años cincuenta del pasado siglo en el pequeño municipio cacereño de Guijo de Galisteo. Imagen, eso sí, de una extraordinaria belleza y de un muy hondo contenido.

 

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A la puerta de su casa, en Guijo de Galisteo, en los años 50 del pasado siglo.

Y la misma, que se conforma de una señalada y compleja sensibilidad tradicional de Aquellos Tiempos, fue recuperada el pasado año 2013 por el periodista Jesús Pozo para incrustarla en su libro «Aquella España nuestra«, conformado por doscientas fotografías de los años 40,50 y 60, y que fue publicado por La Esfera de los Libros.

La estampa de la localidad cacereña se describe, casi, por sí sola.

Una mujer rigurosamente vestida de negro y luto, desde el pañuelo de la cabeza hasta las zapatillas, una silla de enea, de las de casi siempre, un gesto acaso de resignación, quizás dándole vueltas a las cosas de la vida, y qué es lo que estaría pasando por su cabeza sobre los aconteceres de la misma.

También unas manos sarmentosas, unos zapatos retorciéndose a pleno sol, una cortinilla metálica de aquellos tiempos, que quedaban colgadas del quicio de la puerta, con su ruidillo avisador de entradas y salidas, con su freno a las moscas, con su corriente de aire, una pared, también de las de casi siempre… Y, tal vez, todo un mundo de contenidos y no sabemos su resignados silencios de las soledades, ay, puertas adentro. La misma sombra de la fotografía se intensifica de luz, como de gris, como de misterio en los pensamientos que se anduvieran trajinando por la mente de nuestra pensadora mujer de la fotografía.

Se supone, claro es, desde la licencia periodística, que la señora guijiteña de la imagen, que es como se denomina a los naturales de la población, quedaba a la espera, como anfitriona, de una compañía vecinal, a ser posible más o menos de la misma quinta, como se solía decir por parte de los varones, para echarse una parrafada y pegar la hebra del pueblo sobre la actualidad de los aires vecinales y del pueblo el tiempo continuaba caminando despacio, sigilosa, tranquilamente…

¡Tiempos aquellos que se fueron por los barrancos de la vida, sabe Dios con qué destinos, mientras la estampa, ay, hace pespuntear muchas imágenes que quedan grabadas en la memoria niña…!

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A LA PUERTA DE SU CASA EN GUIJO DE GALISTEO, AÑOS 50 por JUAN DE LA CRUZ GUTIÉRREZ GÓMEZ se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

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