Las Ferias y Fiestas de Cáceres, en honor de San Fernando, se conforman como uno de esos rituales emblemáticos que desde 1896 tienen lugar a finales de mayo y principios de junio en la capital cacereña.

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Feria de Cáceres, fotografía publicada en ABC en 1903.

Unas Ferias que dieron sus pasos más firmes a instancias de los ricos y hacendados ganaderos asentados en la capital cacereña y que presionaban con la celebración de las mismas desde mediados del siglo XIX, y que no paraban en su empeño de conseguir una Gran Feria de Ganados acorde con la pujanza y relieve de una capital como venía a ser, ya en aquellos tiempos, la de Cáceres. Si bien es de señalar que las Ferias se venían festejando y desarrollando desde la Edad Media dentro del ámbito del llamado desarrollo comercial de las villas y concejos.

Tras tanta persistencia todo se rubrica el 7 de septiembre de 1895, tras una larga serie de encuentros entre miembros del Ayuntamiento de Cáceres, ganaderos y representantes de la Sociedad General de Fosfatos que se encargaba de la explotación de las minas de Aldea Moret.

A la sazón el alcalde de la ciudad era Nicolás Carvajal y el segundo teniente de alcalde Joaquín Castel, que preside la última reunión entre las partes señaladas y en la que se procede a la probación definitiva para que los días 28, 29 y 30 de mayo se celebraran las mismas, incluyendo, además, claro es, una amplia variedad de festejos y dos corridas de toros.

Para ello se tuvo en cuenta la fenomenología de los ciclos tanto de las cosechas como de las dinámicas de los ganados.

Así, pues, en aquella reunión de 1895 se dio el banderazo de salida a las Ferias Cacereñas en honor de San Fernando. Muy probablemente por azar y casualidad. Y que levantó sus cimientos de muestra de ganado en El Rodeo.

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Feria de Cáceres, fotografía publicada en ABC en 1903.

De este modo el periódico «El Adarve«, en su edición del 28 de mayo de 1903, señalaba: «Ha dado principio nuestra Feria y notábase en la población el movimiento y animación que traen consigo los actos al que tan ávidos se muestran las poblaciones que se preocupan del fomento y desarrollo de los intereses de los distintos órdenes de la economía y de la vida social«.

En aquel entonces ya se veían los prados llenos de magníficos ejemplares de ganado lanar, mular, caballar, ovino, porcino y vacuno.

Por su parte las casetas estaban muy animadas y se señala en el periódico citado que «harán su agosto los vendedores si el tiempo no estorba la concurrencia de ansiosos que por cierto se cuentan a millares».

Asimismo se añade, de forma desenfada en el argot periodístico, que «anoche llegaron los individuos que componen la Banda Gravelinas, encargada de amenizar los festejos y en las seis de la mañana de hoy recorriendo las calles de la población tocando preciosas Dianas, a las órdenes del director y maestro señor Cabezas». La Banda, que entró en la ciudad al compás de alegres pasodobles, también ofrecería conciertos en el Real de la Feria y en la Caseta del Círculo de la Concordia.

A las nueve de la noche de ese mismo día se repartieron dos mil panes entre los pobres de la capital. Y para ese y los restantes días se anunciaban reparto de premios a la virtud, también reparto de premios a la aplicación en las escuelas públicas, fuegos artificiales por el reputado pirotécnico señor Parra, cucañas y muy animados y divertidos y entretenidos bailes en el Círculo de la Concordia, en el Círculo de Artesanos y en el Círculo Agrícola-mercantil.

Asimismo en el Teatro Principal, un emblema cultural del Cáceres de aquellos tiempos, se ofrecía la representación de las obras teatrales «El turno de los partidos» y «El cuerno de oro» así como los ejercicios de Miss Geraldine, bellísima artista, siempre simpática y agradable, en la danza y en el trapecio volante y con las obras «Tiros con rifle«, y «La danza esperpéntica«. También ofrecía su compañía bailes con interpretaciones como «¡Celestial!«, «España«, «Arco Iris» y «Danza Blanca«.

Por su parte en el Teatro Variedades, otro icono de la inquietud cultural del Cáceres de entonces, la compañía de Antonio Camacho ofrecía las obras «»El chico de la portera«, «El tirador de palomas«, «El cabo primero«, «La mazurca roja» y «La diligencia«.

También la barraca denominada «El Gran Cromofotograph Mágico» para «exhibición de preciosas y variadas vistas cinematográficas del señor De la Rosa«, ofrecía variados cuadros y en color y de larga duración como era la obra denominada «Barba Azul«.

Asimismo el Circo Schumann abría sus instalaciones para las muestras de magia, doma, risa, malabarismo, contorsionismo y otras artes malabares, destacando la actuación de los Hermanos Teresa y los clows Luis y Bomba, mientras que el Circo Equestre mostraba lo mejor de su compañía junto al Paseo de Cánovas.

En el coso de la Plaza de Toros se celebraron dos corridas organizadas por Federico Cortés, empresario del Circo Taurino. En el primero de los festejos actuaron los diestros Camisero, Bienvenida y Mazzantinito, con toros de Halcón, y en la segunda Camisero y Bienvenida, con el rejoneador amateur Ricafort, y astados de Palha, llegados en el tren de Alcántara, con ejemplares con los siguientes nombres: Girandola, Montañez, Cardino, Crusero, Maravilloso y Ranchero. Y hasta el empresario taurino, todo corazón, procedió a regalar al Asilo de las Hermanitas de los Pobres la mitad de la carne de uno de los toros de lidia.

Unas Ferias, pues, inolvidables, como todas, y, siempre, plenas de participación popular, siempre con ganas de jarana y diversión, tras un año de trabajo.

NOTA: Las fotografías de la feria de 1903 están captadas del periódico ABC que bajo el titular de Las Ferias de Cáceres publica el 11 de Junio siguiente texto:

«Durante los últimos días del mes pasado se han celebrado en Cáceres las renombradas ferias que anualmente organiza aquella capital».

«Siempre atraen gran concurrencia de gente extremeña, que verifican importantes transacciones de ganados y cereales, dando mayor atractivo a estas ferias los festejos, entre los cuales no faltan las indispensables corridas de toros».

«Las ferias de este año han estado también muy animadas, y de ello dan testimonio las fotografías que publicamos y que nos ha remitido desde dicha capital un aficionado a la fotografía«.

La primera de la fotografía lleva el siguiente pie: «Vista general de la ciudad desde la Feria«.

La segunda dice: «Aspecto de la feria de ganado lanar y caballar«.

 

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LAS FERIAS DE CACERES EN 1903 by JUAN DE LA CRUZ GUTIERREZ GOMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

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