MARCELO SPINOLA, OBISPO DE CORIA Y BEATO

Marcelo Spínola y Maestre (San Fernando, 1835-Sevilla, 1906), que fuera Obispo de la diócesis cacereña de Coria, fue conocido como el Obispo Mendigo, nombrado Beato, presta su nombre a una iglesia en Cáceres y una imagen suya se alza en la basílica de Jesús del Gran Poder, en Sevilla.

 Marcelo Spínola pasó por la diócesis cacereña entre 1883-1886, se involucró de lleno en su tarea apostólica y en su compromiso evangélico y social y pasó a la historia como uno de los obispos de mayor capacidad de trabajo y esfuerzo en beneficio de las gentes de la misma.

Marcelo Spínola era hijo del Marqués de Spínola, estudió Derecho en la Universidad hispalense y, desde siempre, se preocupó por los más desfavorecidos. Lo que le llevó a abrir un despacho con atención gratuita a los más débiles. Una labor que le presidiría toda la vida, junto a sus desvelos por los más pobres y necesitados, hasta el extremo de que fue denominado “El obispo mendigo”, por su amor y trabajo en la causa de los más pobres, y, también, el “abogado de los pobres”.

Estudió en el Seminario de Sevilla, fue capellán de la iglesia de la Merced, en Sanlúcar de Barrameda, canónigo de la catedral de Santa María, obispo auxiliar de Sevilla y obispo de Coria donde le presidió el lema de “Omnia possum in eo”, “Todo lo puedo en El”, ejerciendo un episcopado de tal intensidad que mereció numerosos plácemes y elogios. Asimismo giró una visita pastoral, plena de la más honda preocupación social a Las Hurdes, zona considerada, en aquel entonces, como la más deprimida de España. Y se supo comprometer desde su propio magisterio con sus gentes.

De señaladas iniciativas fue durante su estancia en Coria donde fundara y pusiera en marcha la Congregación de Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón, “Congregatio Acillae Divinis Cordis”, bajo un lema de tanti contenido como el que emana de la traducción del mismo: “Servir es Reinar”. Una orden con sedes, colegios, residencias universitarias y fundaciones culturales en España, Angola, Filipinas, Venezuela, Japón, entre otros países, y dedicándose a la instrucción cristiana a la educación de la juventud y su espiritualidad… Una fundación, la de la Orden, que llevó a cabo con la Marquesa Celia Méndez Delgado.

Marcelo Spínola.
Marcelo Spínola.

Posteriormente fue obispo de Málaga y el Papa León XIII procedió a nombrarle Arzobispo de Sevilla, fundando el periódico “El Correo de Andalucía”, “para defender la verdad y la justicia”. También fue, al mismo tiempo, senador nombrado inicialmente por el Rey, por el Arzobispado de Granada,  y por derecho propio, dejando constancia de un señalado compromiso con la prensa católica y su labor de relieve en pro de las clases más indefensas de la sociedad. Marcelo Spínola desempeñó dichas funciones como senador durante catorce años.

Más tarde es nombrado cardenal por el Papa Pío X y a su fallecimiento es enterrado en un sepulcro con su efigie en mármol en catedral de Sevilla.

Su labor apostólica fue de tal intensidad que fundó Círculos Obreros tratando de mejorar la sociedad, trabajando, asimismo, por los principios como los que emanan de la verdad y de la equidad, abrió las puertas de sus dependencias a los menesterosos y siempre tenía el oído atento y la palabra decidida en favor de los más necesitados.

El prelado Marcelo Spínola llevó y dirigió la base moral de su caridad hasta el punto de llegar a pedir limosna en el intento de solventar las necesidades de aquellos que carecían de trabajo para el sustento.

Es de señalar, asimismo, que, en su día, la Esclavas del Divino Corazón de Jesús lanzaron en su día una estampa con la imagen del que fuera su fundador y con la siguiente jaculatoria: “Corazón Divino de Jesús, cuya gloria tanto propagó el beato Marcelo Spínola; declarad que sus trabajos y el ejercicio de sus virtudes fueron agradables a Dios, concediéndonos por su instauración la gracia que os pedimos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén”.

Asimismo es de destacar que en sus homilías, en sus pláticas, en sus cartas pastorales, siempre dejaba constancia y huella de su preocupación, honda y manifiesta, por los más débiles, cuestionando el trabajo de los obreros, las mañas condiciones en las que los mismos desarrollaban sus tareas y reclamando, de modo fehaciente, el descanso dominical.

De tal forma es así que Juan Pablo II decidió proclamar su beatificación en 1987.

También hemos de dejar constancia expresa de que Marcelo Spínola cuenta desde el año 2003 con una iglesia en Cáceres gracias a los esfuerzos y desvelos del sacerdote Juan Rodríguez Martín, de largo recorrido pastoral por diversos lugares del mundo y de gran entrega en la capital cacereña.

El beato fue ferviente admirador de la vida de Santa Germana, que estuvo repleta de adversidades y desgracias, y, al mismo tiempo, fue un devoto fiel del típico desayuno sevillano conformado por chocolate y churros.

Un luchador y un predicador que dejó firme huella en su paso por la diócesis de Coria, que cuenta con una parroquia en la ciudad de Cáceres,

En la Basílica sevillana del Jesús del Gran Poder, ahí es nada, se alza hacia los cielos y las preces de los devotos una imagen del mismo y de un extraordinario relieve.

Marcelo Spínola cuenta con calle en su localidad natal, San Fernando, de la que es Hijo Predilecto y Preclaro, y, asimismo, presta su nombre al callejero de Madrid y de la localidad sevillana de Dos Hermanas.

Entre sus condecoraciones figura la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Marcelo Spínola, pues, está considerado por los estudiosos de su obra como todo un ejemplo de sensibilidad pastoral, de sosiego e inquietud espiritual, a la vez, y de una más que apasionante y permanente entrega y defensa de sus gentes, siempre con el espíritu de la encíclica «Rerum Novarum«, que dictara el Papa León XIII.

Un comentario

  1. Juan Rodríguez Martin

    Si.El beato Marcelo Spinola todos esperamos que a no tardar mucho sea canonizado para que sea conocido su ejemplar vida Santa como modelo a imitar.La canonización de un beato no añade nada nuevo a su vida, sino que lo es objeto de generación en un territorio o en una iglesia local se amplíe ese espacio para ser conocido y amado como ejemplo para toda la Iglesia universal. Gracias, Juan de la Cruz, por esa información biográfica del Obispo y Cardenal Spinola y Mestre.

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