EL «MODUS VIVENDI» DE PUIGDEMONT Y SUS SECUACES

Días pasados, en la única y más que lamentable sesión que se ha celebrado en el Parlamento de Cataluña tras las elecciones del pasado 21 de diciembre, se alzó, de repente, la voz de Inés Arrimadas, la líder catalana de Ciudadanos, para pedir que cese ya, de una vez por todas, el «modus vivendi» de la banda del golpista Puigdemont, los suyos y Esquerra Republicana.

Evidentemente, tras el largo calvario y cansancio al que está sometiendo la canalla golpista independentista y republicana de Cataluña a la sociedad española, mientras el apoyo a la causa independentista afortunadamente cae en picado por el descrédito y la inmoralidad de sus dirigentes, dañando de modo cruel la economía e imagen de Cataluña y España, buena parte de los ciudadanos cae en la cuenta de que el independentismo del traidor y prófugo Puigdemont, huido a Bruselas para no comparecer ante la Justicia española, gracias a las insólitas e insolidarias leyes del país donde radica, sorprendentemente capital europea, y de los suyos, no es más que una treta y una estratagema estúpida, burlona, pesada, insolidaria, de estos caraduras del «todo por la pasta«.

Tal como se puede demostrar con todos los pasos que van dando y fructificando desde las investigaciones de la Policía Nacional: Los más de 400 millones de euros que se adjudicaron al cuñado de Artur Mas para poner en marcha el CNI catalán, los escándalos del 3% de los diferentes Gobiernos de la antigua Convergencia bajo el mandato de Jordi Pujol, personaje que posee más de 3000 millones de euros, tres mil, que se dice pronto, en paraísos fiscales, los más de setenta y cuatro mil millones de euros que debe la Generalitat al Estado español, con lo que se podrían arreglar muchas angustias de la economía española, el hedor independentista y antiespañol de una gran mayoría de los Mossos de Esquadra, las sectarias y multimillonarias adjudicaciones publicitarias de los tres ex presidentes de la Generalitat de Cataluña, PujolMas y Junqueras a la prensa defensora de la causa independentista, los más de 2,5 millones de euros adjudicados por el ex presidente felón Puigdemont, de forma directa, a sus socios iniciales de su bochornosa página “Catalonia Today”, una hojilla panfletaria independentista catalana en inglés, la insultante y perturbada manipulación de TV3 por la manifiesta debilidad de la aplicación del artículo 155, como otras tantas, de las selectivas subvenciones millonarias concedidas desde el gobierno catalán a las asociaciones Omnium Cultural y Asamblea Nacional Catalán, cuyos máximos dirigentes, Jordi Sánchez –ahora candidato imposible a la presidencia de la Generalitat—y Jordi Cuixart, ambos parte muy activa como inspiradores del independentismo, pasan una temporada en prisión, que esperemos sea muy larga, por sus agitaciones golpistas pisoteando el techo de un coche de la Guardia Civil…

El procés catalán se hunde mientras crecen las fuerzas constitucionalistas y Tabarnia, los independentistas/republicanos que pueda haber de buena fe –los que no están incursos en la mamandurria—se van retirando defraudados de la actitud de sus cada vez más mermados líderes que solo han vivido y tratan de seguir viviendo con sus sueldazos, coches oficiales, escoltas, viajes, hotelazos, concesiones, gastos de representación, asesores, personal de confianza, secretarias, reuniones y más reuniones, sin que nadie les pida cuentas y tratando de seguir engañando a la sensibilidad democrática de un país ejemplar como España.

Ya es hora de acabar con este “modus vivendi” de esta serie de chupópteros y presuntos delincuentes, Puigdemont, Junqueras, Trapero, Artadi, Ponsodí, huida a Escocia, Gabriel, huida a Suiza, Mas, escondido bajo las piedras de la Sagrada Familia, Pujol, estos dos últimos verdaderos instigadores del proces, Forn, Turull, Marta Rovira, Comín, Torrent, president del Parlamento, sectario de sectarios, Forcadell, y tantos otros –todos ellos traidores de muy alta traición– y a los que la Justicia, con mayúsculas, ya casi tiene completamente sitiados, por las causas de rebelión, sedición malversación de fondos públicos y desobediencia.

Hoy, más que nunca, cabe confiar en que la transparencia de la Justicia y de la esencia democrática popular encauce un proceso que solo ha servido para evadir miles de millones de euros, desde la falsedad del juego de la independencia, que solo ha servido para que un puñado de caraduras hagan cuanto les viene en gana, como un día se reconoció que una de las causas de la banda criminal ETA podría ser que sus dirigentes se montaran en el dólar entre extorsiones y asesinatos, aunque lo justificaran como la lucha por la independencia del País Vasco. Y, si no, que se lo pregunten a los miles de empresarios vascos que tuvieron que pasar por caja a cuenta del conocido como Impuesto Revolucionario…

¡Pobre España, mientras unos auténticos desalmados esquilman a sus trabajadores, a sus pensionistas, a sus jóvenes, a sus desempleados, a sus gentes, con sus canallescas historietas y a quienes, más pronto que tarde, espera una larga estancia entre rejas a los citados y otros adláteres, que no conforman más que una panda de malhechores y que se han aprovechado hasta la extenuación de las propias leyes y esencia de las permisividades de las leyes de la democracia…!

¡Cuánta razón la de Inés Arrimadas que, mirando valientemente a la bancada independentista y republicana, denunció varias veces en esa misma sesión plenaria que ya bastaba de que la causa de los independentistas y republicanos solo fuera su propio “modus vivendi”…

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