Paco Martín, un cacereño nacido en 1949, que a los doce años tuvo su primera guitarra, fue un muy serio exponente de la canción en el panorama musical español. De corte parecido a Joan Manuel Serrat. Lo que, según muchos fue su gran talón de Aquiles. Un buen día, tal como le pedía el cuerpo, Paco se puso a componer. Y a cantar. Y hasta en Cáceres se le conocía como Paco Martín, la Voz.
Paco Martín, la Voz
Paco Martín fue un extraordinario Cantautor que corrió por el panorama musical español. Le perdió, dicen, su voz, tan parecida a la de Serrat.

Paco Martín, de gran sensibilidad en su alma cacereña, era la Voz. El panorama de la gente joven, y de sentimiento musical acorde con el ritmo y el cambio de los tiempos, quería, necesitaba, pedía, en aquel entonces, un exponente referencial como cantautor. Y lo encontró, durante un tiempo en Paco Martín. Acaso desde que se integró en aquellos grupos de Los Saltos y Los Rockin´s, mientras se dejaban llevar por las canciones, sobre todo, de Los Brincos. Todo un tiempo en el que se afanaba como un luchador, un creador y un compositor de temas que, en el transcurso del tiempo, irían alcanzando un cierto recorrido durante unos años claves en los que se fue dejando una parte importante de su vida. Porque se trataba, sencillamente, de enfocar los parámetros de su vida alrededor de una canción, de una música, de unas letras en las que trabajaba mañana, tarde, noche, y hasta en la alta madrugada del silencio y de la inspiración.

Cantautor por encima de todo. Una gran palabra en su boca, en su alma, en sus letras, en sus composiciones, que, tantos y tantos, tarareábamos, se diría que de modo casi permanente, en aquel Cáceres que despertaba de otros ritmos, de otros pasos y de otros aires musicales de la mano y de los impulsos como los que supo marcar Paco Martín. Siempre, eso sí, de mano de un aire a caballo entre la timidez y la sencillez, la moderación y hasta las pautas de la timidez.

PACO MARTIN
» Paco Martín en el single de una de sus primeras composiciones, Condesa de Cristal.

Algunos ejemplos de sus afanes hecho canciones: «No te quiero perder«, «Condesa de cristal«, «Volar«, «Un perrillo extremeño«, «No se escribir«, «Amor de quince años«, «Derrotando al viento«, «Nenas«, con aquella letra que no se nos puede olvidar, «Muñecas de escaparate con el conjunto de moda, bien puestito el interior por si acaso algún bribón quisiera verlas a solas«y otras muchas con las que dio, como con tantas canciones de bella factura, la vuelta al ruedo musical en toda España.

Al medio su paso por programas de Televisión Española como «Directísimo», de José María Iñigo, «La gran ocasión», de Miguel de los Santos y «300 Millones», de Pepe Domingo Castaños. Algunos discos y algunas giras por Hispanoamérica. Pero no llegaba al tope que quería y que podía. Y es que en el panorama de la canción, como en todos los campos de la vida, todos los caminos resultan la mar de complejos y no siempre los mejores son los que están en los primeros lugares. ¡Cuántos se han ido quedando en el recorrido del camino en tantas esferas y segmentos de la vida! Mientras tanto tuvo todo un tiempo que caminaba entre su primer single, con Hispavox, en 1974, con sus dos primeros temas, «Mujercita» y «Te hiciste mujer antes de tiempo«, y sus tres L.P., «Añoranzas«, 1976, «Volar«, 1977, y «A paso descubierto«, 1980.

Paco, cacereño, pensador, nostágico, gustaba, en su época, de la música de Los Arboles Muertos, un gran conjunto musical cacereño que también revolucionó el panorama de la música moderna en aquel entonces, leía Juan Salvador Gaviota, una obra preciosa, que le sirvió hasta para componer alguna de sus canciones, que subrayó que nunca le interesó la política en sus canciones y que paseaba por Cursilandia.

Seguro, seguro, seguro, que todos habeis escuchado su voz de oro, el rasgueo de su guitarra, su mirada de franqueza, su alto grado de CACEREÑEO, su imagen en la televisión, única, la española, de aquellos finales de los sesenta y setenta, en la que tanto disfrutó rozando con los dedos las teclas del éxito y hasta saboreando las mieles del mismo entre giras y ventas de discos. Mientras tanto sudaba con sus composiciones, con sus creaciones, siempre un sueño, y encontrando, para no engañarnos, algunas adversidades en sus caminatas por las más prestigiosas casas musicales del momento, como Hispavox, Zafiro….

paco martin
Paco Martín siempre ha sido, es y será un Cacereñeador de lujo.

Muchas horas de creación, de acordes, de composiciones, de ensayos, de dejarse perder con la mirada sobre la hondura de Cáceres en espera de la inspiración. Y, sobre todo, su batalla por la canción, donde quedan más de cien composiciones que se hilvanaron poco a poco en el vergel de la siempre bendita juventud.

Más allá la hondura y la esencia de todo su espectáculo y con el que tanto pudimos disfrutar en aquel entonces, en la alameda del tiempo, al son de una música y de una personalidad afable, sencilla, humana, y siempre volcada con Cáceres.

Lo que siempre fue, es y será, querido Paco, todo un honor, todo un lujo y todo un placer, mientras tantos años después se sigue agarrando al piano, confesaba un día en alguna entrevista, como una tabla de salvación, a la par que sigue tratando de encontrar la coherencia de las cosas, como él mismo apunta.

NOTA: La primera fotografía, de los años 70, está captada del periódico Hoy.

 

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