Un día la actriz española Ana Mariscal se enamoró del fotógrafo cacereño Valentín Javier y comenzó a Cacereñear como es debido. Entre paisajes de belleza inconmensurable de Cáceres y de la provincia, de los que llegó a enamorarse perdidamente. Y que un día se empeñaron en sacar adelante la película «Segundo López, aventurero urbano», sobre la vida de un cacereño que quiere abrirse las puertas de la vida en Madrid.
La actriz, de larga y brillante trayectoria en el panorama cinematográfico, dejó para la historia del celuloide su imagen y protagonismo en películas como El último húsar, Raza, Mañana como hoy, Pacto de silencio, La reina del Chantecler, Jeromín y otras muchas.
Y mientras triunfaba en Madrid cacereñeaba con su marido y, también, con el periodista cacereño Leocadio Mejías, que había escrito una novela titulada «Segundo López, aventurero urbano». La historia de un cacereño de la postguerra que inicia el camino de la emigración a Madrid para ver si se abre las puertas del futuro y ganarse la vida, tal cual comenzaban a hacer y llevar a cabo, por esa época, legiones de emigrantes cacereños y extremeños.
Ana Mariscal, que en 1953 ya había creado su productora Bosco Films, Javier Valentín y Leocadio Mejías, comienzan a charlar sin parar, entonces, por lo que un día me contara el fotógrafo cacereño, de la posibilidad de llevar al cine la novela. Y un buen día aceptan el reto, habilitan un presupuesto escaso y se ponen manos a la obra.
Para ello eligen, como protagonista principal, a un cacereño, Severiano Población, amigo de Javier Valentín y de Leocado Mejías en andanzas, tertulias y sueños de conquistar la Villa y Corte con una maleta impregnada de juventud y de anhelos. En tan solo unos cortos meses estrenan la película en Madrid, y que recogió los aplausos de la crítica al apreciar cómo el film, una comedia, relata, fílmicamente hablando, la historia de un buen hombre de provincias que al llegar a Madrid conoce a El Chirri y con el que lleva a cabo numerosas andanzas y correrías.
Una obra de una gran directora, ya que no hay que olvidar que Ana Mariscal está considerada como una de las mejores directoras de cine del siglo XX, y que se ofrece, desde la perspectiva de la crítica y de los expertos y analistas, como una película que es una muestra del neorrealismo italiano.
No obstante, claro es, al estar grabada en Madrid y con el argumento de un cacereño en la capital de España, la película muestra señalados pasajes de la ciudad de Cáceres, donde su estreno fue todo un éxito. Porque, entre otros considerandos, en una ciudad pequeña, que por aquel entonces rondaba los 50.000 habitantes, Severiano Población, maestro de obras, era una persona muy conocida. Y en la película se aprecian imágenes de la antigua estación de Ferrocarril, esto es, la de los Fratres, unos segmentos del Casco Histórico-Monumental, entonces Ciudad Antigua, y una parte del área de San Francisco.
De la noche a la mañana a Severiano Población le conocía, como decimos, hasta el Tato, le miraban por la calle, se hacían comentarios sobre su persona, todos le decían «¡Adiós, Segundo!», mientras respondía sonriendo, y hasta le pedían autógrafos. La gloria pasajera y efímera. Y todo Cáceres aplaudió, enfervorizada, la película de sus paisanos Valentín Javier, Severiano Población, Luis Mejías y la cacereña consorte Ana Mariscal.
Una película, no obstante, que hizo revivir a Cáceres el fenómeno de sus considerandos en el mundo cinematográfico, pero que no pasó de las comidillas urbanas, de los apuntes notables de la crítica, y, sin embargo, de la desatención del espectador nacional, aún a pesar de cuanto hay en la misma de sensibilidad artística, del notable papel de un profano en la materia de la interpretación, como era Severiano Población, y la crítica social que encuadraba la película.
No obstante Segundo López, Aventurero Urbano, ya queda encuadrada en las páginas de la historia del cine, mientras desde aquellos mismos momentos Severiano Población sueña, y de qué modo, como le diría a mi padre, con el cine, al que hay que ayudar como sea, don Valeriano.
De este modo, allá por la década de los cincuenta, ya existía en Cáceres el Cine de Verano de la Plaza de Toros, para aprovechar el frescor de las noches estivales, donde se proyectaban películas como Un caballero andaluz, por ejemplo. Y, también el Cine Rex, 1956, sito en la Huerta del Conde, allá por la Ronda de San Francisco.
Así pues, un buen día, el 13 de junio de 1963, Severiano Población arranca con el Cine de Verano de San Blas. Y que inicia sus proyecciones, como no podía ser de otra manera, con la película «Segundo López, aventurero urbano», en medio de muchas lágrimas de nostalgia, de emoción, de sentimentalismo, de abrazos de amigos, porque aquel día el todo Cáceres se dió cita en el Cine de Verano de San Blas, como homenaje a un gran cacereño. Curiosamente la segunda película, que se proyectó ese mismo día, en sesión doble, fue «El día más feliz de mi vida».
Un cine, que desde el primer día fue conocido como el Cine de Severiano Población, pero que pocos años después, en agosto de 1967, tuvo que cerrar, lamentablemente, sus puertas.
SEGUNDO LÓPEZ, AVENTURERO URBANO by JUAN DE LA CRUZ GUTIÉRREZ GÓMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.