«¿Y CACERES, QUÉ?», es el título de mi artículo que hoy, 6 de abril de 2021, aparece publicado en el periódico regional extremeño «Hoy». Un manifiesto reivindicativo que demanda la mayor atención a una provincia, tan expoliada y abandonada, por parte de los gobernantes.
¿Y Cáceres, qué?
A finales de 1999 se ponía en marcha un movimiento social reivindicativo denominado “Teruel existe”, demandando una conciencia de Gobierno a la hora de administrar y repartir los fondos públicos. Siempre tan desiguales, como padece Cáceres, con tanta resignación provincial como insolidaridad de otros.
Posteriormente arrancaba otra voz, al grito de “Soria ya”, que vuelve a desgañitarse, tras tanto olvido centralista que siempre beneficia a los mismos, ahondando en las diferencias socioeconómicas, laborales, industriales.
En 2019 salía a la calle “La España vaciada”, tan arrinconada y malherida, en demografía, economía, aliento vital, reanimándose un poco con la pandemia. Pero la España vaciada no interesa demasiado a las aves de paso en el inquilinato de La Moncloa. ¡Quiá!
Tres movimientos de amarguras, iniciativas y quejas que probablemente no dispongan de demasiado recorrido, salvo sentir las desigualdades entre la España avanzada y la ignorada.
¿Y Cáceres, qué?, grito. Donde debería de haberse creado en su día un movimiento de presión que clamara contra tanta adversidad, como conocen tantas familias, separadas por la geografía; tantos pueblos, desvencijados; tantos jóvenes, asolados por el éxodo migratorio, la mayor tragedia histórico-social cacereña, por la debilidad económica, como señala Funcas, con complejas repercusiones en todos los campos, mientras el mundo rural continúa hundiéndose.
Una provincia cuajada de carencias y olvidos, con rácanas y discriminatorias atenciones gubernamentales, ante las Comunidades, siempre privilegiadas, que marcan parte de los compases a los Gobiernos de turno con sus disputados votos.
Miro al horizonte. Los nubarrones se divisan oscuros amenazando de mayor precipitación y depresión sobre Cáceres.
El articulista quisiera equivocarse, que buena señal sería. Más témome que verdes las han segado. Dos ejemplos: El AVE, tan cacareado, que aún no llega ni a diligencia del viejo Oeste americano, y la incesante marcha de jóvenes. Hasta los campanarios de nuestros pueblos silenciosos han repicado pidiendo soluciones…
¡Qué lastimosamente bien viven muchos en los aterciopelados sillones políticos…! Luego, dicen…
¿Y Cáceres, qué?
Un sobrio y magistral alegato de Juan de la Cruz, poniendo de manifiesto el secular e inveterado olvido y ninguneo de Cáceres que afecta también a toda Extremadura…gran articulo.
Muchas gracias, querido Angel, maestro, extremeño, intelectual de relieve, por tu comentario y energía ilustrativa para que, entre todos, desde la Presencia y la Ausencia Migratoria, sigamos haciendo, cada día, Más y Mejor Extremadura. Un gran abrazo.