El Tren de Alta Velocidad sigue su camino con más de treinta años de retraso. Lo de tantas veces con Extremadura, lo que en tantas ocasiones con Cáceres… Un retraso que sabe a marginación centralista y a olvido, a pasotismo… Pero seguiremos reivindicándolo. Cueste lo que cueste.»Y EL AVE? MUY BIEN, GRACIAS», es el título de mi artículo que hoy aparece publicado en el periódico regional extremeño «Hoy», y que aquí os dejo.
El articulista no quisiera pecar de pesimismo. Que luego llega la tropa política y sacude estopa desde el puesto de mando. Pero mira, lector. Hoy, martes, 17 de mayo, eran las del alba, cuando revoloteo por la prensa. Como cada día, un montón de periódicos. Que ya son unos años en el oficio.
Y de repente, zas: Un titular que impacta: “Zamora quiere ser la puerta de entrada a España del AVE luso”. Gracias, claro, al AVE a Galicia, puesto en marcha el pasado diciembre, y desde donde la provincia castellano-leonesa se muestra como la combinación idónea para conectar el tren Lisboa-Oporto con Madrid y París.
El articulista galopa con la mente por la privilegiada posición geográfica de Cáceres entre Lisboa y Madrid, centro distribuidor de excepcionales conexiones con todo el mundo. Y especula, siquiera unos instantes, con Cáceres como uno de esos corredores internacionales que conllevarían significativas posibilidades para el desarrollo, la industrialización, el mercado laboral y el crecimiento económico.
Más los políticos suelen ir por otros caminos que el paisanaje. Digo yo que será intuición por conservar el escaño político administrativo.
De repente uno se da cuenta que ese AVE de nuestras entretelas, prometido a Extremadura desde los tiempos de Felipe González, por todos los presidentes y Gobiernos, que ya ha llovido, diluviado, tronado, granizado y relampagueado, anda por ahí, diluido, retranqueando como algunos toros de lidia. Pero el hecho cierto es que Zamora ya ha mostrado una inquietud y una percepción, de gran interés en los nudos ferroviarios, que, desde luego, no se le ha ocurrido a otros lumbreras, para el AVE, no ya luso, sino extremeño.
En uno de esos diálogos de besugos que uno se encontraba en un comic en su infancia, un paisano podría saludar a otro preguntando:
— ¿Y el AVE de Extremadura?
A lo que el otro paisano podría responder:
— Muy bien. Gracias.
Está todo muy bien pensado pero queda esa cosa que yo digo siempre. Petición de muchos grados «hay que realizarlo», pues el AVE sigue volando, pero siempre en otros lados.
Esto lo dice tu amigo Fajardo. No hay «factor» para que el billete sea triturado.
Muchas gracias, amigo Juanonio, por tu comentario en mi artículo sobre el AVE… Una vez más, sobre el AVE-Extremadura que, lamentablemente, lleva, ya, la friolera de más de treinta años de retrasos sobre la promesa inicial de Felipe González… Promesa continuada, posteriormente, por José María Aznar, por José Luis Rodríguez Zapatero, por Mariano Rajoy Brey, por Pedro Sánchez Pérez-Castejón… ¿Y los presidentes autonómicos, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Antonio Monago y Guillermo Fernández Vara?…