¡ESE PAÑUELO, MOZA, ESE PAÑUELO…!

¡Qué riqueza tan inmensa, tan variada y diversa la del folklore popular cacereño, la de sus estudiosos y divulgadores…! Y por ahí, rebuscando un poco en mi archivo saco a colación estas dos fotografías, con Pepi Suárez y Concepción Ciborro Gutiérrez, vestidas de montehermoseñas, tanto tiempo con los Coros y Danzas de la Sección Femenina, con el pañuelo tapándoles la cara….

Pepi Suárez Trenado.
Pepi Suárez Trenado.

Una estampa tan típica…!

En la primera de las fotografías documentales aparece Pepi Suárez Trenado, directora del Grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina de Cáceres, a lo largo de numerosos años, en una labor de manifiesto relieve. Tal como se puede leer en otros trabajos de este blog, «CACEREÑEANDO, EL BLOG DE JUAN DE LA CRUZ«. En la segunda podemos apreciar a Concepción Ciborro Gutiérrez, mi prima, bailadora. Ambas dos lucen con elegancia, como debe de ser, el traje típico de Montehermoso, con ese pañuelo que les acompaña sobre sus dos preciosas caras.

Entonces interrumpe una voz recia, varonil, con fuerza, cantando y piropeando:

 — ¡Ese pañuelo, moza, ese pañuelooooo…!

 Unas sonrisas. Tímidas y poco abiertas, que, sin embargo, van  ganan en confianza poco a poco. Enseguida suenan los ricos y rítmicos acordes del tamboril, de la botella de anís raspada con la cuchara, del laúd, de la guitarra, del pandero. Y hasta ese sonido tan acompasado que marcan en el ámbito del folklore popular las castañuelas…
Concepción Ciborro Gutiérrez.
Concepción Ciborro Gutiérrez.

Se escuchan las hermosas notas y coplas y letras populares emanadas de un montón de jotas y danzas típicas del folklore popular altoextremeño…

Mi suegra pa que la quiera,
me ha regalado un rosario,
teniendo yo con su hijo,
corona, cruz y calvario…
O:
Mi novia me dijo a mí,
que cantara y no llorara,
que echara penas a un lado
pero que no la olvidara.
O:
Desde que te ví,
ya no puedo más,
tus ojos, morena,
me van a matar…
Me van a matar,
me tienen a mí,
muertito de pena
desde que te ví.
Esta es la jota de Cáceres,
que bailan las cacereñas,
mucho me gusta la jota,
pero más me gustan ellas…
Otra voz, esta vez de un hombre metido en años, se arranca con una invitación a las mozas. Y resuena por las campas del paraje extremeño:
— ¡Que lo bailen…!
Ha llegado, pues, la hora de echarse unos bailes que nacieron en lo más hondo de las entrañas de la provincia cacereña… Suenan, otra vez, los acordes de nuestras danzas…
Y allá que se escuchan «El Pollu«, «La Jota de Guadalupe«, «El Perantón«, «La Carta«, «El Redoble«, «La Jota de Alcuéscar«, también conocida como «Jota del Candil«, «La Jerteña«, «Los Pajaritos«, «Los Sones de Montehermoso«… y que tanto divulgaron Pepi Suárez Trenado y Concepción Ciborro Gutiérrez, junto al resto de los componentes del Grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina de Cáceres, por tantos Festivales, Certámenes, Concursos, Muestras, Exhibiciones Folklóricas… Y dejando constancia, siempre, de esa, su pasión por los ritmos y canciones del folklore típico y popular, recogido tras un arduo trabajo, por parte de señalados investigadores, musicólogos y folkloristas, por todos los rincones de la provincia altoextremeña.
Al final, entre alegres sonrisas y charlas, con miradas cruzadas entre los sentimientos y las risas, se vuelve a oír, con musicalidad, con la profundidad del acento típico cacereño:
— ¡Ese pañuelo, moza, ese pañuelooooo…!
Entonces ellas, las bailadoras, como dice la canción, se daban la vuelta salerosamente «que se te vean los picos de las enaguas que te blanquean«, mientras el pañuelo, ay, volaba por la cara de esas jóvenes cacereñas, bailando las jotas y danzas cacereñas con amor, con esmero, con entrega, y difundiendo por tantos lugares de la geografía las esencias de nuestro rico folklore.

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