JOAQUIN, AMIGO MÍO

Joaquín García-Plata, un gran cacereño, se ha despedido en silencio, dejando tras de sí, una amplia estela de amistades, de sensibilidad, de cacereñismo profundo. Luchador, noble, generoso y humano, como la propia palma de su mano. «JOAQUIN, AMIGO MÍO«, es el título de mi artículo que hoy, 11 de julio de 2022, aparece en el periódico regional extremeño «Hoy».

Se nos ha ido el gran Joaquín, amigo mío, que en paz descanse, como nos vamos yendo todos, antes o después, por la senda de los adioses en la vida.

De Joaquín García-Plata, luchador infatigable, galaniano comprometido hasta la médula, se han escrito estos días, a raíz de su fallecimiento, testimonios de una vida entregada a esos afanes que manaban en sus sentimientos.

Recogió el testigo de don Valeriano, ante la estatua inmortal de Gabriel y Galán, junto a Matías Simón, y cada 6 de enero se abrazaba de cacereñismo, entre gentes y poemas, desparramados hacia los cielos.

Joaquín, Quini, Quinito, era empeño, constancia,  cacereñismo, donde se batía el cobre…

Hablamos la última vez hace unos cuatro meses. Estaba mal, pero su coraje le llevaba a sentirse bien. Le dolía a rabiar la enfermedad y se agarraba, como un jabato, a la vida. Sus empeños, que le imprimían aliento vital. Tal cual todo Cáceres sabía y disfrutaba.

Me escuece el alma a rabiar en su despedida, con una anécdota humana y peculiar: Hace tiempo que Joaquín, desde el empeño callado, firme, constante, elaboró una lista de amigos, y todas las noches, a eso de las nueve y cuarto, y todas las mañanas, también a la misma hora, nos remitía sendos mensajes de whassaps. El primero, se titulaba, Buenas Noches; el segundo, Buenos días.

Acompañaba su saludo con frases para la historia, con poemas, con imágenes de Cáceres, con vídeos, el último con El Toro de San Juan, fechado el 27 de junio, con canciones de siempre, con su abrazo inmenso, con su cacereñeo, con su testimonio.

Se nos ha ido un gran embajador cacereño que, a esta hora, mientras retumban los acordes de la canción «Cuando un amigo se va«, Joaquín, amigo mío, ya sabes que Cáceres te lleva en el alma

Buen viaje por las campas de la eternidad.

 

 

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