MANUEL LLOPIS IBORRA (FOTOGRAFIA DE 1952)

En el año 1952 Manuel Llopis Iborra (Alcoy 1902-Valencia, 1981) cumplía dos años al frente de la diócesis de Coria, y con dicho motivo se lanzó esta estampa que he encontrado, casualmente, en mi desvencijado y modesto Archivo.

Estudiante en el Seminario «Corpus Christi» de Valencia, licenciado en Sagrada Teología, dio comienzo al ejercicio pastoral del sacerdocio en el monasterio del Santo Sepulcro y llevar a cabo una señalada y relevante labor social al frente de la parroquia del Santo Angel Custodio en Valencia Manuel Llopis Iborra pasó a ser Obispo de Coria, sustituyendo a una eminencia como fuera el prelado Manuel Cavero y Tormo.
Poco más tarde, bajo el mandato del Papa Pío XII y mediante una Bula Pontifical la diócesis pasó a denominarse como Coria-Cáceres, cuyos destinos regiría y dirigiría a lo largo de 27 años., bajo el lema de Omnibus Omnia factus sum, ut omnes facerem salvos”, (Estoy dispuesto a entregar todo a todos, para que todos se salven”).
En Cáceres Manuel Llopis Iborra dejó constancia de un intenso trabajo, de un amplio y extendido carisma, de un más que manifiesto impulso y energía para impulsar una gran labor de conexión tanto de carácter social como de intensidad apostólica, en todos los estamentos y clases sociales, destacando entre otras inquietudes y logros la puesta en marcha del Seminario Mayor, con la presencia de Nuncio de Su Santidad en España, , monseñor Hildebrando Antoniutti, la Casa de Ejercicios Espirituales, el impulso de la Acción Católica, el cine Coliseum, Radio Popular, en cuya emisora un servidor dio sus primeros pasos en las vacaciones universitarias, potenció de modo extraordinario los actos, conmemoraciones y desfiles procesionales de la Semana Santa, la puesta en marcha de Cáritas Diocesana, el Colegio Diocesano, fomentó el ámbito y la sensibilidad de las peregrinaciones, el espíritu de las prédicas de los misioneros allende los mares…
Trabajador de una gran inquietud, imaginativo, emprendedor, preocupado de modo constante por los más débiles (precísamente uno de sus magisterios e inquietudes más acusadas emanaba del testamento vital y episcopal del Cardenal Marcelo Spínola, que fuera, además, Obispo de Coria), de manifiesta capacidad para la relación con todos los cacereños, visitante empedernido por los pueblos y ciudades de la diócesis, se comprometió, de firme, en tratar de hacer y conseguir, tal como señalaba, «más y mejor diócesis«.
 
Mi querido amigo el historiador Manuel Vaz-Romero, estudioso de su figura y autor de la semblanza, «Manuel Llopis Iborra, la huella luminosa de un Obispo«, una obra imprescindible para conocer la vida , la obra, la trayectoria y los pasos del prelado de la dsiócesisi Coria-Cáceres, deja constancia en el libro de que el mismo revolucionó la diócesis…
 
Manuel Llopis Iborra es Hijo Adoptivo de Cáceres, cuenta con la Medalla de Oro de la ciudad y las Gran Cruz del Mérito Civil, , y una barriada cacereña, en su tiempo eminentemente obrera, situada en lugar conocido como El Carneril, que Llopis Iborra puso en marcha, hoy perpetúa su memoria bajo el nombre de Barriada Llopis Iborra.
Su cuerpo descansa el sepulcro que hay ante la capilla del Santísimo en la Concatedral cacereña de Santa María.

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MANUEL LLOPIS IBORRA (FOTOGRAFÍA DE 1952) by JUAN DE LA CRUZ GUTIERREZ GOMEZ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

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